«Me apena mucho esto», dice María Luisa Bournissent, que después de más de medio siglo trabajando en el Atlético Echagüe Club como una de sus profesoras de natación, debió renunciar, redactar una carta de dimisión dirigida a la comisión directiva en la que dio motivos de su decisión, y que como respuesta recibió algo que le sabe a cínico.
«Estoy acostumbrada a hablar y que la palabra sea respetada, sin necesidad de más. Respetada la mía y la de mi interlocutor. Pero….desde el mes de Noviembre del año pasado, Ud comenzó a no mantener los acuerdos a los cuales habíamos llegado (como siempre de palabra), desde el mismo momento que Ud. asumió la presidencia», dice su carta de despedida.
Y agrega: «He soportado mentiras en mi propia cara. Totalmente asombrada y desorientada ante tales cosas. No estoy acostumbrada, y por cierto, no se manejarme ante este tipo de calumnias, intrigas, inspecciones mal intencionadas, etc…etc…». Luego, apunta: «Desconozco cuál es el fin de todo este accionar. Si el objetivo es solo destructivo, los felicito!…, lo están logrando. Y no lo digo porque estoy yéndome de mi amado Club».
Echagüe la despidió institucionalmente: «Entendemos y aceptamos tu decisión de no continuar en el club como colaboradora de la disciplina natación y respetamos tu elección. Sabemos que las etapas evolucionan y los caminos se bifurcan, pero queremos que sepas que aquí, en Echagüe, siempre tendrás un lugar especial en nuestros corazones».
«Escribí esa carta y la entregué en secretaría. Después de un par de días, el presidente (Juan Mesaglio) la leyó y se tomó un par de días para contestar con algunos elogios hacia mi persona por haber colaborado en la institución durante tantos años. Quiero aclarar que yo no fui colaboradora: soy una profesional, profesora en Educación Física y entrenadora nacional de natación y como tal necesito que se me respete», cuenta.
La envergadura de su figura está dada por el hecho de que el complejo natatorio de Echagüe lleva su nonbre y el de su esposo, Carlos Scocco. El club le agradeció los años de trabajo como «colaboradora» y la acompañó con una frase indolente: la mandaron a cuidar sus nietos. «Tengo tres nietas, dos viven en Paraná y la otra en Rafaela. Las que viven en Paraná son nadadoras de Echagüe. Por eso, la gente que me conoce se sorprendió con esa respuesta del club. Mis nietas están todos los días en el club, no necesito dejar de trabajar para verlas. Estamos toda la familia en el club», relató durante una entrevista con el programa Puro Cuento de Radio Plaza 94.7.
«Es una carta cínica la que hizo el club. No sé si la redacción fue de toda la comisión directiva. En el club hay un manejo totalmente autoritario. El otro tema gravísimo es que no permiten expresarse a los socios. De democracia y libertad, olvídense. Hasta tal punto que bloquearon todos los medios que tienen los socios para comunicarse con el club», detalla.
-¿Imaginó esta repercusión?
-Nunca pensé que podía tener tanta fuerza. Pero esto escapa a mi persona. No quiero hablar de mí ni de la natación. La natación ya sufrió mucho. El atropello no fue primero a mí. Primero el atropello fue a la comisión, todas mujeres. Nunca pensé que existieran los misóginos, pero que los hay los hay. Hay muchos que acusan al presidente de misógino. Pero en esto son todos cómplices, como el diputado (Marcelo) Casaretto.
«Mary» Bournissent, como la conocen todos, dice: «Yo soy digna, yo me respeto a mi misma». De ese modo da razones del porqué de su actitud.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora