Fue la monja Martha Pelloni quien expuso el caso a nivel nacional, hace dos años, en una entrevista donde explicitó las complicidades del poder político con una red de trata de personas con fines de explotación sexual en Entre Ríos.
Este jueves hizo una filosa declaración en el juicio que se le sigue al publicista, autopostulado “periodista” y locutor Gustavo Darío Alfonzo, en la que habló de “una historia de poder, política, prostitución y trata donde esta chica quedó enredada, probablemente, junto a otras chicas”.
“Yo repito lo que dijo la señora”, aclaró Pelloni en referencia a la exposición que hizo María Cristina Escobar, la madre de la víctima, en un congreso binacional de lucha contra la trata de personas y la violencia de género.
“Lo que manifesté en los medios fue que nombró a Alfonzo como el que le ofreció trabajo a su hija vendiendo entradas anticipadas para un boliche, porque era como que este señor trabajaba haciendo propaganda con chicas a las que les daba distintos oficios y ofrecimientos, pero lo que había de fondo era el tema de la prostitución. La señora nombró también a (Enrique) Cresto, que en ese momento era senador; al hijo del gobernador en ese momento, (Mauro Urribarri). Y también mencionó al del Copnaf, que era (Fernando) Rouger, donde este señor era el jefe. Esos son los nombres clave”, detalló.
No obstante, la religiosa aseguró que “Alfonzo ha estado en este servicio, digamos servicio, con todos los gobiernos, no es del gobierno de (Sergio) Urribarri” y remarcó que este es un caso de “prostitución vip”, dijo haber escuchado sobre “cuarenta víctimas” y habló de “peces gordos” para referirse a los clientes.
Asimismo, se lamentó de que “en las instituciones del Estado se nombre a funcionarios con una calidad ética que no existe”.
La historia se conoció luego de que la joven de 16 años fuera rescatada del departamento que alquilaba Alfonzo, el 30 de octubre de 2014. Ese día su madre se presentó en la Comisaría del Menor y la Mujer de Concordia para denunciar que la adolescente llevaba veinte días cautiva en un dúplex en calle Monseñor Rösch 3523, departamento “B”. Alfonzo la tenía retenida contra su voluntad, amenazada, bajo los efectos de sustancias, obligándola a tener relaciones sexuales con hombres por dinero en el departamento y en otros lugares y a ver cómo él mismo tenía relaciones con su novia.
En su declaración ante el tribunal, la monja Pelloni dijo que le llamaba la atención “que no se hiciera un allanamiento” del departamento que ocupaba Alfonzo el día en que fue rescatada la víctima, y apuntó otra vez hacia las redes de protección. “La connivencia policial, judicial y política es algo común”, dijo luego.
“Aquí hubo una historia de poder, política, prostitución y trata donde la chica quedó enredada, probablemente, junto a otras chicas. Ese es el común denominador de los temas de trata cuando son invisibilizados, porque detrás hay siempre una connivencia de la Policía, de la Justicia, en este caso del fiscal que le dijo a la señora que no se podía meter en eso porque le iba a ir mal, que su hija tenía 16 años, estaba drogada y que nadie iba a creerle”, enfatizó la religiosa en otro tramo de su declaración.
La religiosa pidió “que se haga justicia” y lo hizo apelando a una de esas verdades de la calle: “Cuando hay que condenar a un hombre pobre por violación, va preso enseguida, pero cuando hay funcionarios involucrados no se hace justicia. Ojalá pueda haber justicia en este caso porque son peces gordos”, concluyó.
COPNAF
El ex titular del Consejo Provincial del Niño, el Adolescente y la Familia (Copnaf) Delegación Concordia, Fernando Rouger, declaró en la causa por trata de personas con fines de explotación sexual contra una menor de edad. Alejado del Copnaf, ahora se desempeña en la Municipalidad de Concordia.
Cuando comenzó su exposición dijo que no conoce a Alfonzo pero unos minutos más tarde, el fiscal José Ignacio Candioti lo dejó en evidencia cuando leyó una serie de mensajes que envió el propio Alfonzo desde la cárcel al teléfono particular del ex coordinador del Copnaf. El funcionario municipal sólo se limitó a decir que efectivamente recibió esos mensajes. Admitió que la pareja de Alfonzo, Yolanda Zárate, lo llamó pero él siempre contestó que estaba “para proteger los derechos de la nena”. Luego de eso, el imputado pidió un careo que finalmente no le concedieron. “Rouger está mintiendo, yo lo llamé desde la cárcel para que pare esta mentira”, aseguró Alfonzo. Este jueves hubo además otros 11 testimonios entre los que resaltó el de la monja Martha Pelloni. Por otro lado, Gustavo Alfonzo amplió su indagatoria. Visiblemente exaltado, el publicista desmintió a la víctima, a su madre, a la monja, a Fernando Rouger, desligó a políticos de la causa y apuntó contra el abogado querellante, Daniel Cedro.
Fuentes: Página Judicial y Análisis Digital.