Gustavo Pereyra, uno de los testigos que declaró este jueves en el megajuicio al exgobernador y embajador argentino en Israel y Chipre, Sergio Urribarri, sostuvo que las empresas Tep y Next SRL no pertenecen a Juan Pablo Aguilera, cuñado del exmandatario.

Lo dijo en la segunda parte de su testimonial, cuando respondió preguntas de los abogados defensores. Fue Miguel Ángel Cullen, defensor de Aguilera, quien lo consultó al respecto.

Pereyra es empleado del Partido Justicialista (PJ) en el área administrativa, y desde ese lugar trabó relación con las empresas de publicidad, y él mismo se lanzó a ese negocio con una empresa que llamó Publicitar y que operó entre 2014 y 2017.

En su declaración, contó que fue empleado de Cinco Tipos, la empresa predecesora de Tep SRL y Next SRL, y compartió uno de los locales donde funcionó su firma, en calle Irigoyen 885, para que sus “competidoras” en el negocio de la publicidad estática en vía pública la convirtieran también en su cuartel general.

—¿Juan Pablo Aguilera era titular de las empresas Tep y Next? —quiso saber Cullen.

—No —respondió Pereyra.

En la segunda parte de su testimonio, el testigo, reafirmó que las empresas son propiedad de Emiliano Giacopuzzi y Maximiliano Sena. Para los defensores, su declaración desmintió la afirmación de la Fiscalía que acusa de «prestanombres» de Aguilera a Giacopuzzi y Sena.

En la primera parte de su declaración, el testigo brindó un pormenorizado testimonio en el que detalló de qué modo trabajaban las firmas Cinco Tipos, Formato Urbano, Tep SRL y Next SRL en la contratación de publicidad estática en vía pública otorgada por el Estado provincial.

Megajuicio: las huellas de la cartelización y el cuñado

Más tarde, luego de un cuarto intermedio, respondió las consultas de los defensores. El abogado Marcos Rodríguez Allende, defensor de Alejandro y Luciana Almada (esposa de Aguilera), le preguntó por su rol en el PJ  a la hora de contratar publicidad estática callejera.

Pereyra señaló que se ocupaba de la «facturación y de realizar los pagos». Ante la consulta del defensor, señaló que los mails que le exhibió la Fiscalía minutos antes tenían que ver con contrataciones en el marco de la campaña del PJ.

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Manifestó también que desde su rol como administrativo del PJ era habitual contatar los servicios de diferentes empresas de publicidad. «(Hugo) Montañana es uno de los que trabajó para nosotros, también Tep, (Jesús) Bustamante, Vía Pública, Vieira y Urbano. También se contrató en distintas provincias, como Buenos Aires, Santa Fe y Rosario. No recuerdo nombres, pero fueron contrataciones puntuales y a lo mejor al otro mes se cambiaba de proveedor», señaló.

En otro pasaje de sus respuestas al defensor, contó que dejó de operar con su empresas Publicitar debido al tiempo que la misma le demandaba. «La empresa iba con una perspectiva de crecer mucho más en el tiempo del que yo le podía dedicar. Solo me quedé con algunas cuestiones, como seguir algun expediente en Casa de Gobierno, y no estar abocado a la adminsitración de la empresa que requería mucho tiempo», explicó.

Tras ese comentario, sostuvo que es normal que diferentes empresas de publicidad estática trabajen en conjunto para desplegar algún trabajo en particular. «Siempre se trabaja en conjunto. La mayoría de las empresas no publicita a nivel local. Puede haber un cartel donde se juntan cuatro o cinco empresas», indicó.

En la parte final de su interrogatorio, explicó que las contrataciones de publicidad con el Estado provincial se conseguían luego de presentar una propuesta por escrito que, tras ser analizada, se procedía a emitir una orden de publicidad.

En ese punto, explicó que un representante del Ministerio de Comunicación era el responsable de certificar «in situ» (en el lugar) que la cartelería contratada había sido colocada donde correspondía. Si bien no lo mencionó, se sabe que de ese trabajo se ocupaba Gustavo Tamay, uno de los imputados en la causa.

Precisó además que, para demostrar que el trabajo se hacía, se presentaba «una representación gráfica» de lo que se colocó: «Es una representacion del trabajo que se hizo, no es una certificación. Al ser únicamente en Paraná y unas campañas chicas, no tuve ningún inconveniente. No me llamaban más que para decirme que ‘llovió y los carreteles se rompen’ o para decirme que pegaron un cartel de una parripollo arriba».

Preguntado a qué se refería con «representación gráfica», explicó que era «simplemente una foto mostrando que se realizó el trabajo, como para que tuviera curso y quede en el expediente. Nunca me pidieron cantidades mínimos ni máximos. No dependía el pago de esa representación gráfica, era simplemente para demostrar que mi trabajo lo estaba haciendo».

Finalmente, el abogado Cullen informó al Tribunal que continuará realizandolé consultas al testigo en la audiencia del próximo lunes, cuando también declaren Florencia Della Ghelfa, Julio Alegre, Carlos Ramírez y Luis Fernández. Además, anticipó que posiblemente declare una de sus defendidas, la contadora de las imprentas Tep y Next SRL, Corina Cargnel.

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.