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Mesa del Hambre: Puiggari deja actuar a la Pastoral Social

adminfebrero 21, 2024
El semanal0 Comentarios 0

 

Un actor impensado en la crítica situación social que atraviesa la provincia es el arzobispo de Paraná, Juan Alberto Puiggari, de acostumbrado bajísimo perfil, pero que le allanó el camino a su responsable de la Pastoral Social, el exsindicalista del gremio del Seguro, José María Velázquez, para que ayude a visibilizar el reclamo de los movimientos sociales.

El jueves 8, Puiggari recibió en la curia a la conducción de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA), gremio seriamente perjudicado por la «neutralización» o paralización de la obra pública en la Provincia.

«En este momento, las voces de nuestros pastores y delegados del Papa Francisco cobran una importancia fundamental para escuchar y amplificar nuestros reclamos y pedidos. Nos hemos reunido con monseñor Puiggari y José María Velázquez, referente de la Pastoral Social de la Diócesis de Paraná, para compartir la crisis que atraviesa nuestro sector, con obras cerradas, paralizadas y despidos de trabajadores y trabajadoras, así como el flagelo de las adicciones en nuestros jóvenes», enumeró la Uocra luego de ese encuentro.

Una semana después, el jueves 15, los acostumbrados silenciosos y quietos salones del Arzobispado fueron escenario de una reunión peculiar: la Mesa Contra el Hambre, que reúne a movimientos sociales, gremios y ONG se reunió en la curia. Con Puiggari ausente de la ciudad, el anfitrión resultó el vicario general de la Diócesis, Eduardo Tanger, que bendijo ese encuentro.

«Las medidas de ajuste sostenidas por el Gobierno Nacional siguen dejando a más y más argentinos sin dignidad. La solidaridad que caracteriza a nuestros sectores han sido parte fundamental para el sostenimiento de la paz social. Nuestros espacios en cada rincón de la provincia son esenciales para la reconstrucción y construcción de los lazos sociales, la realidad que día a día impacta en cientos de familias hace imperiosa la conformación de políticas públicas que se diseñen desde y con articulación de todos los sectores de nuestra comunidad», planteó el documento que se difundió después de aquella reunión en el primer piso del palacio episcopal  de Paraná.

Este lunes ocurrió otro hecho de significación: los integrantes de la Mesa contra el Hambre ofrecieron una conferencia de prensa, y el sitio escogido fueron las escalinatas del atrio de la Iglesia Catedral. No fue azarosa la elección de la locación. Aunque hubo reacciones adversas del propio clero -se les eriza la piela ante el menor riesgo de involucramiento en «política»- el hecho no pasó inadvertido: enseguida tendieron puentes desde la Municipalidad de Paraná y desde el Gobierno provincialo. El mismo lunes la intendenta Rosario Romero recibió al repsonsable de la Pastoral Social y hablaron de la creciente demanda de merenderos y comedores y la floja respuesta que hay en este momento ante la escasez de recursos.

Este martes el responsable de la Pastoral Social brindó un reportaje al programa Puro Cuento de Radio Plaza 94.7 y destacó el compromiso de la Iglesia en apoyar a aquellos que luchan por tener «el pan en la mesa». Enfatizó que la Iglesia debe estar cerca del pueblo y tender puentes con los diferentes gobiernos ya que en el último tiempo se ha observado que «ha crecido la cantidad de personas que asisten a comedores».

El objetivo claro de la Mesa contra el Hambre es que el Estado, en todos sus niveles, declare la emergencia alimentaria. Destacó que, tras la conferencia realizada el lunes en las escalinatas de la Catedral, ya se comunicaron autoridades municipales y provinciales para abordar la situación.

«Nosotros no tenemos apetencia política y lo importante es hacer de puente con los gobiernos. Creo que la Mesa contra el Hambre va a ser la Mesa de la Gran Solidaridad Social y no contra el hambre, porque creo seriamente que se va a declarar la emergencia alimentaria provincial y municipal», manifestó Velázquez.

En esa línea, agregó que «la realidad que está viendo la Iglesia en los barrios es que se han sumado más gente en los comedores». Y ejemplificó: «Donde había 80 personas hoy, ahora ya hay el doble. Estamos hablando de 170 o 180 personas. También vemos que en un comedor tenemos una lista de espera ¿Cómo la gente va a tener lista de espera para comer? A mi no me entra en la cabeza que pase en Argentina».

El salón del primer piso del palacio episcopal de Paraná, ocupado por los movimientos sociales.

 

Asimismo, el representante de la Pastoral Social subrayó que «la Iglesia está con el pueblo y desde el pueblo quiere actuar, porque de lo contrario estamos como al costado del camino. Ojalá me pueda sentar frente a (Rogelio) Frigerio y le diga lo mismo, porque es una cuestión humana. Si no ponemos al hombre en el centro, lo más probable es que fracasemos».

Velázquez enfatizó que las autoridades, organizaciones e incluso empresarios deben sensibilizarse ante la problemática de los sectores más desprotegidos. «Si nosotros no sensibilizamos estas cosas a nivel social, queda como si el problema es sólo de algunos. El problema es de todos. Y empieza con el gobierno. Un Estado ausente no puede estar», aseveró.

 

José María Velázquez, responsable de Pastoral Social.

«Cuando hay hambre, el sentido común dice ‘hagamos la emergencia alimentaria’ o ‘pongamos más recursos para que no falte el pan en la mesa de los más humildes'», añadió.

Consultado cuántos recursos tienen los diferentes comedores que hay en Paraná para asistir a miles de personas, sostuvo: «A mí me decían que la municipalidad está llegando con lo justo y ya le está faltando. ¿Por qué? Porque ha crecido la cantidad de personas que asisten a comedores. Estamos en el límite».

Finalmente, señaló que otros sectores sociales que tradicionalmente colabora con alimentos hoy se ven alcanzado por la crisis. «Antes te golpeaban la puerta de tu casa y te decían si no tenías algo para comer y le dabas un pedazo de pan o un sándwich. Y hoy te piden un paquete de fideos o de arroz y estamos hablando de 3.000 pesos y hay familias que ya no lo tienen. Es decir, tienen el stock para su casa, para su familia. Me causó mucha tristeza escuchar a las mamás que cocinan decir ‘qué rabia, qué impotencia, porque tengo los gurises ahí pidiéndome de comer y no me alcanza el arroz que tengo'», describió.

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora

 

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