Cinco años después de que estallara de modo escandaloso a la consideración publica el primer caso de abuso que involucra a un miembro del clero paranaense, Justo José Ilarraz, en 2012, y después de que tres sacerdotes de Paraná se vieran envueltos en sendas causas penales por pederastia –tras el caso de Ilarraz, fueron Marcelino Ricardo Moya y Juan Diego Escobar Gaviria—la Iglesia se dispuso a hablar del tema.
Las parroquias del denominado decanato 4 –la jurisdicción de la arquidiócesis de Paraná, que abarca media provincia de Entre Ríos, se divide, administrativamente, en nueve decanatos– organizó para el sábado 8 de julio una “charla informativa” sobre “prevención del abuso sexual infantil” dirigido, según anuncian, a “todos los agentes pastorales”.
La actividad se va a desarrollar en el salón de la Parroquia San Agustín –Florencio Sánchez 733–, y entre los objetivos que se proponen sus organizadores es hablar de “mitos y verdades” del abuso sexual infantil; “tipos de abuso”, “signos de abuso”, “secuelas del abuso”, “perfil del abusador”, y “cómo prevenirlo”.
El decanato 4 de la diócesis, que organiza esa charla, está conformado por las parroquias San Agustín, San Juan Bautista, Inmaculado Corazón de María de Bajada Grande; Cristo Peregrino y Santo Domingo de Guzmán; y Nuestra Señora de Guadalupe. Aunque loable la iniciativa, resulta a destiempo, y parcializada. ¿Por qué toda la Iglesia de Paraná no se pone a trabajar respecto de la gravedad de los abusos de parte de miembros del clero, con tres sacerdotes de Paraná involucradas en causas penales por pedofilia?
La Iglesia ya sabe qué piensan los católicos del abuso y la pedofilia.
En 2014 se conocieron los resultados de un sondeo de opinión que se mandó hacer en oportunidad de la realización del III Sínodo. Fueron consultados 1.462 católicos de Paraná.
La denominada Encuesta al Pueblo de Dios, un complejo cuestionario compuesto por 73 preguntas, cuyos resultados fueron procesados por un equipo de la Universidad Católica Argentina (UCA) sede Paraná –integrado por el doctor José Eduardo Moreno, y los licenciados Emilia Oñate, Lucas Rodríguez y Candela Tórtul— entre sus resultados mostró la demanda de los católicos, que pedían entonces “mayor rigor con sacerdotes o laicos que cometieron o encubrieron pedofilia”.
Antes, en septiembre de 2010, los sacerdotes integrantes del decanato III elevaron un pedido formal al entonces arzobispo Mario Maulión y le pidieron que denunciara al cura Ilarraz en la Justicia al tomar conocimiento de situaciones de abuso a menores en el Seminario Arquidiocesano de Paraná Nuestra Señora del Cenáculo. También, le pidieron que se lo apartara del ejercicio del sacerdocio. Nada de eso ocurrió.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.