La audiencia en la que el Tribunal de Juicio y Apelaciones de Concepción del Uruguay dará a conocer el adelanto de sentencia para el cura Marcelino Ricardo Moya, este viernes, a las 12, será abierta al público.
De ese modo, se aplicará la misma tesitura que con la lectura de los adelantos de sentencias en los juicios a otros dos curas condenados por abuso y corrupción de menores: Juan Diego Escobar Gaviria y Justo José Ilarraz. La decisión fue adoptada por el tribunal que integran los jueces María Evangelina Bruzzo, Melisa Ríos y Fabián López Mora.
El juicio a Moya por abuso y corrupción de menores se desarrolló en tres jornadas: jueves 21, viernes 22 y jueves 28 de marzo. En la última jornada, los fiscales Mauro Quirolo y Juan Manuel Pereyra solicitaron la condena de 22 años de cárcel para el sacerdote, con la accesoria de prisión preventiva en una unidad penal hasta que el fallo quede firme.
A esa petición se sumaron los abogados querellantes, Florencio Montiel y Juan Pablo Cosso.
Ruben Dario Germanier ejerce, junto a Néstor Fabián Nicolás Paulete, la defensa de Moya. No cree en el relato de las víctimas, no cree que haya delitos, y está convencido en la inocencia del cura.
“¿El relato de una o dos personas es suficiente a los fines de fundar o dar las bases para una condena por un hecho que mi defendido dice que no existió, y que por lo tanto no lo cometió? Eso es lo que vamos a ver. Esto no es el caso Grassi”, señala Germanier.
Los defensores hicieron primero el planteo de prescripción, y si ese argumento no prospera ante el tribunal, irán por el pedido de absolución, que plantearán en los alegatos de clausura, este jueves.
“Nosotros vamos por la absolución. Y es posible que Marcelino declare este jueves. No lo doy por seguro. Es su derecho, y es posible que lo ejerza”, adelantó Germanier.
Moya había sido denunciado en junio de 2015 por dos jóvenes, el médico Pablo Huck, y Eduardo Frutos, un estudiante de Derecho.
Moya llegó a Villaguay como vicario parroquial y docente del Colegio La Inmaculada: permaneció entre 1992 y 1997. Y ahí, en esos lugares, y quizá en otros tantos más, abusó de menores. Eso dice la denuncia que presentó el médico Pablo Huck el 29 de junio de 2015 en los Tribunales. “A los ojos de hoy, me es difícil entender las cosas. En ese momento, yo era un pibe, y a mí me hablaban de dogmas y de pecado, y el referente espiritual que yo tenía, que tenía mi familia, me practicaba sexo oral, me masturbaba. Era muy fuerte”, dijo entonces.
Dos años después de aquella denuncia, el 29 de junio de 2017, el juez de Garantías de Villaguay, Carlos Ramón Zaburlín, rechazó el planteo de los defensores del cura, que reclamaron la prescripción de la causa por abusos a menores, e hizo lugar al pedido que formularon en forma conjunta la fiscal Nadia Benedetti y los querellantes Florencio Montiel y Juan Pablo Cosso, y elevó el expediente a juicio oral.
La resolución de Zaburlín fue recurrida por la defensa, peroel 31 de julio de 2017, el Tribunal de Juicios y Apelaciones de Concepción del Uruguay rechazó el planteo de prescripción formulado por los abogados defensores y confirmó la elevación a juicio.
La causa nuevamente fue recurrida, y llegó a la Cámara de Casación Penal de Paraná el 14 de agosto de 2017. El jueves11 de octubre de 2018, ese tribunal, en voto dividido, rechazó la vía de la prescripción. El tercer rechazo que acumula el cura Moya en la Justicia.
Este viernes se sabrá qué respuesta da el tribunal, primero, al planteo de prescripción que hicieron los abogados de Moya, y después, en caso de haber rechazo a esa petición, si hay condena, y por cuántos años.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.