La familia de la primera de las nenas fallecidas en Nogoyá, a comienzos de año -y cuya causa de deceso de momento se desconoce- entabló una demanda en la Justicia ante lo que presumen pudo haber sido responsabilidad del Hospital San Blas en la atención sanitaria en los primeros momentos cuando ingresó al nosocomio.

Fue una denuncia genérica de la familia, que a los dos días fue ampliada en los Tribunales de Nogoyá, ya con representante legal. El abogado de la familia de la niña LPE, de 13 años, es José Daniel Casas Gerber, quien hasta 2017 se desempeñó como defensor oficial en la Justicia de Nogoyá, pero que luego renunció, envuelto en un escándalo de índole privado que saltó a los medios. Tras eso, pidió licencia en su cargo por estrés, y más tarde por «agarofobia», y al final terminó alejándose de Tribunales.

José Carlos Espinosa y Luz Mariana Estevecorena, padres de la niña que murió el 1° de año, se presentaron el 4 de enero en la Fiscalía de Nogoyá, y dijeron lo que quedó reflejado en un acta judicial: «Que les quedan dudas del proceder en la atención médica de su hija y las causas de su fallecimiento y por qué no la derivaron a Paraná. Que quieren saber si realmente la atención que recibió su hija L, desde que llegó a la guardia del hospital a las 16 horas del día 1 de enero pasado, hasta que se produjo su fallecimiento, el mismo día, alrededor de las 21 horas, fue el correcto, si se hizo todo lo que debía hacerse para salvarle la vida. Que me quedan dudas porque yo (la mamá) la llevé porque ella tenía un dolor de estómago nomás y ahí le pusieron inyecciones para calmarle el dolor y también tenía mucha fiebre, pero a pesar de las inyecciones, la fiebre le siguió y ahí le dieron convulsiones, que la atendió la doctora de guardia que era la doctora Cabrera y luego de la primera convulsión, ahí en la guardia, le pusieron otro suero más, y la estabilizaron y luego la trasladaron al servicio de clínica, o sea a otra sala del mismo hospital, porque había un accidente y necesitaban el lugar y además tenía que verla a L otra doctora en clínica. Que cuando llegamos a la sala de clínica, la atendió la doctora Rocío Comelli y ahí me la mandaron a hacerle electro, pero cuando la iban llevando, yo ya la vi con las uña moradas y rara, para mí ya estaba muerta, y no alcanzaron a hacerle el electro y le hicieron maniobras de resucitación y ahí me dejaron afuera a mí, pero ya estaba muerta».

El relato, al que accedió Entre Ríos Ahora, sigue así: «De ahí la volvieron a la guardia y la enchufaron a un aparato que hacía un ruido como un ´pip . pip.. pip..´ que no me explicaban nada, que intentaron devuelta reanimarla pero para mí ya estaba muerta, no sé para qué le pusieron ese aparato. Que luego salió la doctora Rocío y me dijo que me tenía que decir la verdad, que la nena había muerto. Que L pasó el fin de año conmigo, o sea cenamos juntas el 31, que después nos acostamos, ella no sale, se quedó en casa conmigo, y a la mañana siguiente, a eso de las 8 de la mañana, se levantó como siempre a tomar mate, pero apenas se levantó estaba pálida y vomitó, que estuvo descompuesta y tipo 10.30 o 11.00 de la mañana nos fuimos al paseo ´Los Puentes´, ella, yo, una amiga y mis dos nenes pequeños, pero volvimos al ratito porque se largó la lluvia y llegamos a la casa de mi amiga Lucía Martínez que es vecina mía, y L quería bañarse y yo la veía que seguía descompuesta, estaba pálida, muy decaída y vomitaba agua, ese día no alcanzó a comer nada, lo que vomitó al principio fue ensalada de frutas que comimos el 31, entonces a la tarde como ella seguía descompuesta la llevé a la guarda como a las 16 horas. Que los días previos ella andaba bien. Que cuando era más chica era medio delicada del estómago, y yo siempre la tenía que hacer medir y a veces la internaba en el hospital porque se descomponía del estómago, que siempre sus problemas fueron de estómago, nunca se me quejó de otro dolor, y siempre la componían con una inyección en el hospital, por eso yo pensé que esta vez era igual, que era algo del estómago nomás. Que cuando estábamos en la guardia, le pusieron el primer suero y ella estaba hablando conmigo, respondía a lo que le preguntaban, estaba como en un sueño, pero consciente, que me habían dicho que después del primer suero que pasara completo me la iban a dar de alta, que tomó agua y la vomitó, que yo la tocaba y se quejaba como que le dolía el cuerpo. Eso es todo».

Este miércoles 16, el abogado Casas Gerber se presentó nuevamente en Tribunales y pidió que se abra una investigación penal preparatoria por la muerte de la segunda niña en Nogoyá, el miércoles 9.

Lo hizo en representación de Cintia Marianela Estevecorena, mamá de LMJ. «El día martes 8 de enero del corriente año -cuenta la mujer en el escrito-, siendo aproximadamente las 17 horas llevé a mi hija al nosocomio local porque le dolía la panza y tenía un poco de fiebre. En el establecimiento fue atendida por la Dra. Cabrera, quien la revisó, en mi presencia, tocándole la panza y haciéndonos preguntas, mi hija que se encontraba lúcida y respondía sin problemas».

Y sigue: «La doctora nombrada dispuso dejarla internada en observaciones, diciéndome que la dejaba para controlarla, destaco que la niña en la guardia empezó con vómitos con sangre y con diarreas con sangre, haciendo convulsiones». Más adelante, cita que se mantuvo toda la noche junto a su hija en el hospital, y que ésta «tuvo convulsiones», aun cuando la médica tratando «se retiró».

«La doctora estuvo un rato a la noche y después se retiró. Yo la revisaba, como dije, toda la noche hasta incluso dormí con ella hasta las 7.00 horas despertando a su lado, y me doy cuenta que la nena no respiraba y estaba tiesa», dice el escrito que ingresó a la Justicia de Nogoyá este miércoles 16. «Fallecida la nena -apunta-llamaron al doctor Verón y ambos con la Dra. Cabrera le reprochaban a la enfermera por no haberles avisado nada, diciéndole la Dra. Cabrera que ahora le iban a echar la culpa a ella».

Casas Gerber pidió a la Justicia que libre oficio al Hospital San Blas para que entregue la historia clínica de la niña, que se llame a prestar declaración «de todos los efectores involucrados en el hecho», y la entrega de la autopsia practicada.

 

 

 

Foto portada: Infocontenidos Nogoyá

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.