La murga La Malparida da sus primeros pasos en un momento de crisis para el país, como un lugar donde expresar lo que sucedía en ciudad y el país. Las letras y músicas fueron mutando hasta convertirse en el primer espectáculo en 2005. Un camino plagado de contactos con organizaciones y personas que fueron y vinieron aportando a la identidad colectiva. Hoy, a más de diez años de ese momento, Santiago Gutiérrez, uno de los “murgueros fundadores”, charló sobre el armado del nuevo espectáculo y las características de la murga estilo uruguayo.

La Malparida tiene un estilo definido donde los murguistas que la integran no dudan en hablar de temas que a cierto público pueden resultarle poco simpáticos. Abordan la pobreza o la despenalización del aborto en sus espectáculos sin que les tiemble la voz. Cumplieron diez años y tienen en su haber presentaciones en escenarios y tablados de Paraná y de toda la región.

Son más de 20 personas entre voces, música, escenografía y maquillaje. Consultado acerca de cómo llegaron estos artistas provenientes de distintos ámbitos a formar La Malparida, Santiago Gutiérrez, explicó: “La murga es diferente a otros espacios artísticos porque trabaja distintas disciplinas en un mismo espacio”, y agregóque “por otro lado ese espacio se sostiene desde lo colectivo, porque cada uno aporta desde su lugar, lo que puede y quiere. Esto hace que la murga sea una expresión muy rica y diferente a las demás. No se trata de una expresión individual, o de una persona, sino que se trata de una forma de expresión colectiva en donde cada uno de los participantes pone algo de su trayectoria, su historia, su sentir y su lucha, que enriquece y llena de más contenido lo que después se hace sobre el escenario”.

Acerca de las temáticas que eligen para trabajar y lo que intentan generar en el público con sus cuplés, afirmó: “Se trata de generar algo en el que va a ver el espectáculo, en movilizar algo dentro del otro. Eso se da de diversas formas, a veces con un mensaje más directo, otras desde un lugar más irónico o sarcástico. También puede ser a de una forma más sentimental si se quiere, o por lo contrario más chocante y agresivo. En general se trata de que la persona que escuche se vaya pensando algo, o con una sensación de que algo pasó”.

“En general desde nuestro lugar no se trata de dar respuestas concretas a ciertas cuestiones, sino más bien plantear preguntas o invitar a reflexionar en conjunto con quien escucha”, destacó.

Un punto de inflexión se produjo hacer tres años cuando, después de haber recorrido salones, casas y diversas instituciones, la murga encontró su lugar en el Complejo Comunitario de Barrio Mitre donde ensayan hasta hoy y acompañan el proyecto que la vecinal lleva adelante, involucrándose con el barrio de diferentes maneras. Sobre este presente y lo que piensan de cara al próximo año, Gutiérrez adelanta, “la murga se encuentra en un proceso de transición entre el último espectáculo que fue para festejar nuestros 10 años de historia y un nuevo espectáculo que va tomando forma de a poco”.

“Estamos ocupando el tiempo mayormente en poder producir material nuevo para este nuevo espectáculo: escribiendo, buscando canciones, arreglando, ensayando, pensando en el vestuario y la puesta en escena, entre otras cosas. Así que esto hace que, por lo pronto, estemos un poco alejados de los escenarios. Pero esperamos volver y con una nueva propuesta”, finaliza.

Fuente: Agencia de Informaciones Mercosur (AIM).