Los músicos callejeros son una nueva postal en las ciudades. Es el escaparate que encuentran para mostrar su arte y encontrar un sustento ante la escasez de escenarios, de oportunidades, de salida laboral. La buena música está en las calles, en las Peatonales, y en la Terminal de Ómnibus de Concordia. Allí está Isaías Cavallaro y su acordeón. «Toco el acordeón”, aclaró cuando ya lo había desenfundado. «Tocó chamamé… Partió al medio el frío, la friolera y la crotera. Todos nació de nuevo, Isaías pintó la noche», reflejó el dirigente docente César Pibernus, que registró la escena con su cámara.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.

