La Justicia condenó hoy a prisión perpetua a Miguel Ángel Cristo al encontrarlo culpable del delito de homicidio triplemente calificado, por el vínculo, haber sido realizado con alevosía y ensañamiento, en tanto que a su pareja Yanina Soledad Lecano le aplicó la pena de 16 años, aunque la consideró culpable de homicidio calificado por el vinculo, halló «situaciones extraordinarias de atenuación», y entre ellos, su historia de vida, haber sido víctima de distintas vulneraciones desde chica, no haber tenido contacto con sus padres biológicos y haber sido sometida a violencia en sus distintas parejas.
La condena a Cristo y Lescano fue dictado en forma unánime por el tribunal, que además se detuvo en contestar –durante la lectura del adelanto de sentencia, que se extendió durante dos horas, y cuyos fundamentos se conocerán el 22 del actual- ciertos argumentos de la Fiscalía y los planteos defensivos de los dos imputados. De Fiscalía reprochó cierta “liviandad” en hablar del cuadro de desnutrición de Nahiara, y tomó postura en torno a la declaración en el juicio de la experta Raquel Asensio, integrante de la Defensoría General de la Nación, que observó que la acusación carecía de perspectiva de género.
Aunque los jueces no dieron por acreditada la situación de violencia de género que Lescano refirió que era víctima, llamaron la atención sobre la necesidad de que la Justicia atienda los pactos internacionales e investigue cada planteo de una víctima. Y para eso se tomó del testimonio de Asensio, que observó ciertas “alertas” en la acusación, cundo habló de la idea subyacente en los fiscales de la figura de “mala madre”, de “mujer mendaz” al dar cuenta de situaciones de violencia de género. Al leer el adelanto de sentencia, el juez Gervasio Labriola sostuvo: “El tribunal pudo concluir que lo que sugiere la experta es que creamos en el relato de Lescano como víctima de violencia, y después investiguemos los hechos denunciados, porque así lo recomiendan los organismos internaciones. Este camino fue el que siguió el tribunal”.
“Hemos erradicado ciertos prejuicios que también hemos identificado y en eso coincidimos con Asensio”, agregó. “No se puede estandarizar a una víctima de violencia de género”, planteó.
Pero enseguida entendió que “la versión de Lescano no cuenta con ningún sustento probatorio. Ha sido acreditado que estaba en conocimiento y que era conciente de que Cristo torturaba a la niña”. Pero aunque la halló culpable de homicidio calificado, el tribunal encontró “atentuantes” para la condena, y le aplicó 16 años. “El tribunal ha valorado su historia de vida social, que ha sido institucionalizada desde muy pequeña, que tuvo nulo o escaso contacto con sus progenitores, que sus relaciones de pareja han estado signadas por la violencia, que en una de esas situaciones su pareja fue condenada por la Justicia, que sufrió abusos y que ha tenido un consumo problemático de drogas”, reseñó. Y por eso descartó en la calificación legal los agravantes de ensañamiento y alevosía.
Los jueces consideraron que Cristo, a su vez, desarrolló una estrategia defensiva, y en ese punto se distanciaron del planteo de los fiscales, que habían dicho que el padre de Nahiara se había declarado confeso desde el vamos. Y rescataron los informes periciales, que lo calificaron como una personalidad con “absoluta frialdad”, con “rasgos psicopáticos”. Y agregaron: “Cristo es autor material y responsable del hecho”, y sometió a su hija de 2 años a “un verdadero martirio”.
El tribunal resolvió, además, mantener las restricciones a la libertad par ambos: Cristo seguirá alojado en la Unidad Penal N° 1 hasta que la condena adquiera firmeza; y Lescano, con arresto domiciliario.
El caso
Nahiara Cristo, 2 años, falleció el 7 de febrero de 2019, producto del maltrato recibido y por un avanzadísimo cuadro de desnutrición. Llegó con un hilo de vida, y totalmente golpeada a la Guardia del Hospital San Roque, pero allí los médicos nada pudieron hacer para salvarla.
Ante el tribunal que juzgó al padre de la niña, Miguel Cristo, y a su pareja, Yanina Lescano, el forense Walter Aguirre detalló, con precisión de experto, lo que vio en la autopasia al cuerpo de Nahiara: 28 lesiones de distinto grado en todo el cuerpo y un estado de gravísima desnutrición que tenía por lo menos una data de 3 meses.
“Fue agredida de muchas maneras y durante un tiempo prolongado”, describió Aguirre ante el tribunal conformado por los jueces Gervasio Labriola, Carolina Castagno y Alejandro Cánepa. “Hay una herida producto de un elemento contundente, un trozo de madera o un martillo”, describió el forense. “Fue golpeada 24 horas antes de la muerte. Pero tiene otras muchas lesiones que datan de un tiempo atrás, y un estado de desnutrición de unos tres meses. Es imposible que los adultos que estaban junto a ella no se hayan dado cuenta de esto. El sufrimiento de Nahiara ha sido grave”, contó.
La desnutrición de la pequeña, narró, llegó a tal extremo que, ante la falta de alimentación por un tiempo prolongado, el cuerpo comenzó a consumir sus propias reservas al punto que tenía 0% de grasa. Toda fue consumida. Y pesaba, al momento de su muerte, 10,9 kilos, cuando para su edad, 2 años, debió pesar entre los 13 y los 14 kilos.
El juicio oral a Cristo y a Lescano se desarrolló mediante el proceso corriente en Tribunales, antes de la pandemia, entre el lunes 9 y el viernes 13 de marzo. Después, ocurrió el aislamiento social, preventivo y obligatorio, la Justicia decretó un receso extraordinario y por eso el proceso recién se retomó, a puertas cerradas, el miércoles 6 de mayo, para la etapa de los alegatos de clausura.
Los fiscales Juan Malvasio y Santiago Brugo pidieron perpetua para Cristo y para Lescano. “Nahiara muere por la violencia de Cristo y la omisión inusitada de Yanina Lescano”, dijo Malvasio. En tanto, Brugo pidió condena «única» para ambos, y reclamó la prisión perpetua al considerarlos «autores penalmente responsables del delito de homicidio triplemente agravado por el vínculo y por haber sido cometido con alevosía y ensañamiento».
El defensor de Cristo, Carlos Antico, culpó a Lescano por la muerte de Nahiara y la tildó de violenta. “Con su pareja anterior, Cristo tenía una vida totalmente familiar y jamás se pudo demostrar en este juicio que él era una persona violenta”, dijo el letrado. “Estamos en presencia de una persona que, si bien algunas profesionales lo determinaron como psicópata, también en algún caso surge de testimonios de que no se trataba de una persona violenta o perversa”, agregó. Y pidió la absolución.

Por su parte, los abogados de Lescano, Miguel Ángel Cullen y Patricio Cozzi, cuestionaron la investigación del Ministerio Público Fiscal al sostener que se encaró sin perspectiva de género. Cozzi sostuvo que se trató de una acusación estereotipada y discriminativa hacia la mujer.
“Estamos ante una violencia institucional terrible”, dijo el letrado y advirtió que la Fiscalía no tuvo en cuenta el contexto de violencia de género en el que, según su tesis, estuvo inmersa su defendida. “Lescano hizo lo que pudo hacer en esa condiciones”, afirmó.

Más adelante, manifestó que el juicio giró en torno a la conducta de Lescano: “Se indagó en su conducta, de si era buena o mala madre”, dijo y refirió que la Fiscalía determinó no creerle a la imputada desde el inicio de la investigación.
“Las mujeres no pueden ser condenadas por la violencia por las cuales ellas también son víctimas”, afirmó en otro pasaje de su alegato en el que cuestionó el abordaje del caso por parte de los fiscales.
“No hay forma de justificar la falta de perspectiva de género por parte del Ministerio Publico Fiscal. Esta acusación esconde una violencia institucional gigantesca, basándola en que Lescano tenía el control de la situación”, remarcó también. Pidieron la absolución de Lescano y adelantaron que, en caso de ser condenada, llevarán el caso a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora