En 2009, casi diez años atrás, era apenas una posibilidad.
Entonces, la provincia presentó una propuesta a la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) para instalar en Paraná un centro de medicina nuclear, que atendería a buena parte de la región centro, y que sería el tercer organismo de ese calibre que se abriría en el país, después del que se instaló en Mendoza en 1991, y el que comenzó a operar en 2004 en Capital Federal.
Finalmente lo inauguró, por videoconferencia, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner el 9 de octubre de 2015.
El Centro de Medicina Nuclear, cuya realización demandó una inversión de u$s 12 millones en equipamiento, y otros $40 millones en la obra civil, es producto de un acuerdo de colaboración firmado en 2010 entre la Provincia y la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), y la inversión del Instituto Obra Social de la Provincia de Entre Ríos (Iosper).
La idea del Centro de Medicina Nuclear comenzó a concretarse a finales de 2009. El Gobierno presentó entonces ante la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) una propuesta para instalar en Paraná un centro de medicina nuclear, que atendería a buena parte de la región centro, y que sería el tercer organismo de ese calibre que se abriría en el país, después del que se instaló en Mendoza en 1991, y el que comenzó a operar en 2004 en Capital Federal
La propuesta fue traída al Iosper por Marcelino Iglesias, mendocino, quien fuera asesor de la obra social, ex ministro de Salud de Mendoza, y ex director de la obra social de aquella provincia. Iglesias, además, formó parte en sus orígenes del centro de medicina nuclear creado bajo la gestión del ex gobernador mendocino José Octavio Bordón.
Ahora, se llama Centro de Medicina Nuclear y Molecular de Entre Ríos (Cemener). Su imponente edificación se levanta a un costado de la ruta 11, en Oro Verde. El Cemener tiene aparatología de avanzada y profesionales ídem, y centra su actividad principalmente en el diagnóstico, tratamiento y la asistencia profesional en la investigación de enfermedades oncológicas, cardíacas, neurológicas.
Desde el 1° de enero de 2018 está a cargo de la gerencia general del Cemener Nahuel Tawata, un ingeniero de 32 años que, antes de desembarcar en Oro Verde, trabajó para la multinacional Ford en la planta de Pacheco, en la provincia de Buenos Aires. Llegó de modo fortuito: habían convocado a su pareja, Cintia, una especialista en Radiología, para que desempeñara esa tarea en el Centro de Medicina Nuclear. Ahora, trabajan los dos. «Estaban buscando una radioterapeuta, y la encuentran a mi mujer. Y le ofrecen que se haga cargo del Servicio de Radioterapia. Eso fue en 2015. Valentín Ugarte, que entonces era el gerente, me preguntó si quería sumarme, y me sumé».
Después, de modo casi natural, se dio el reemplazo del cargo de Ugarte. Desde comienzos de 2018, Tawata, descendiente de japoneses, está a cargo del Centro de Medicina Nuclear. «El Centro de Medicina Nuclear tiene varios objetivos. Pero el principal es la atención de pacientes, específicamente pacientes oncológicos. Pero eso no quita que no se hagan estudios y la atención de otro tipo de pacientes. Es una parte importante lo asistencial. El segundo objetivo que tenemos es la docencia y la investigación. Y en ese camino hemos firmado convenios con la Universidad del Litoral y con la Universidad de Entre Ríos. No sólo se trata de firmar convenios, sino de hacerlos ejecutivos, en el pago de becas de formación. Por ejemplo, el convenio de becas con el Instituto Balseiro, donde se dicta una maestría en física médica. Muchos de los bioingenieros que se reciben en Oro Verde van al Balseiro a hacer la maestría y terminan por hacer su tesis final en Cemener», cuenta.
En Oro Verde aplican, estudian y desarrollan la medicina nuclear.
Hay un hospital de día, donde se realizan quimioterapias que no requieren de internación; también hay un sector de Radioterapia, con tratamientos ambulatorios. «El equipo que tenemos de Radioterapia se instaló en 2017, y dos o tres meses después, el hospital Alemán puso el segundo de Latinoamérica de esta naturaleza», indica Tawata. «No creo que haya en la provincia un centro médico con este tipo de tecnología. Un centro de Radioterapia que incluye tomógrafo y resonador. Fue muy bien pensado el centro», asegura.
-¿Tiene una utilización al 100% en cuanto a prestación de servicios que puede brindar?
-Hoy el centro no se utiliza al 100%, y un poco se debe a que no se conoce mucho. El hospital de día se utiliza al 7%, y es una instalación modelo. Tenemos diez box de quimioterapia. Realmente es muy grande. Y también contamos con tres box aislados, por si algún paciente lo requiere. Eso está equipado con schok room. El paciente oncológico debe tener muchos cuidados. En cuanto a resonancia, estamos en un 65%. Trabajamos todos los días de lunes a viernes de 4,30 a 0. Pero la idea es trabajar las 24 horas con el resonador, y también sábados y domingo. El resonador es un equipo muy caro, muy caro de mantener, y para tratar de autofinanciarlo, hay que hacerlo funcionar al máximo. Nosotros no manejamos partidas presupuestarias. Nos financiamos con lo que ingresa por prestaciones.
-¿Qué cantidad de personal tienen?
-En total, son alrededor de 70 personas.
-¿Las prestaciones que brinda el Centro de Medicina Nuclear resultan más baratas que las que se pagan en el sector privado?
-Al Iosper, que es socio fundador, sí. El 65% de nuestros pacientes provienen de la obra social provincial. En una resonancia, un 20% más barato. Nosotros vivimos de la derivación de los médicos, y cuando los profesionales que conocen las instalaciones, empiezan a derivar. De a poco, los médicos empiezan a derivar sus pacientes al Centro de Medicina Nuclear y no hacia otros lugares. Crecemos, quizá no de la forma que nosotros quisiéramos. Hoy tener el Servicio de Radioterapia con una ocupación del 30% es una picardía. Estamos trabajando con alrededor de 30 obras sociales, pero la idea es ampliar ese número, con la idea de aumentar también la cantidad de pacientes que atendemos.
-¿Qué número de pacientes atienden?
-En agosto, atendimos 1.080 pacientes, y se espera para septiembre un aumento porque ampliamos la franja horaria de funcionamiento del resonador, de 14 a 20 horas. Todos los servicios ya funcionan, excepto Braquiterapia, que es una forma de radioterapia. Eso es lo nuevo que vamos a incorporar.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.