Ni uno ni dos.
Paraná no tiene ningún shopping (a no ser por esa galería comercial que funciona en el viejo Mercado Central La Paz).
Los dos proyectos que se anunciaron con bombos y platillos quedaron en nada: en el más estridente fracaso.
Primero fue el proyecto en el viejo Hipódromo Almafuerte, donde ahora hay una plaza.
“Evidentemente Entre Ríos está llamando la atención de la inversión privada y eso es una excelente noticia, máxime en una ciudad como Paraná, que todavía está en deuda en materia de servicios, infraestructura y espacio público», dijo en mayo de 2011, cinco años atrás, el exgobernador Sergio Urribarri cuando se entrevistó con los ejecutivos del Grupo Casino, el encargado de llevar adelante una inversión que al final fue pura espuma.
El shopping, el primer shopping que no fue, ocuparía 6,5 hectáreas de las 22 hectáreas que comprenden el predio del ex-Hipódromo y entonces, cuando todo era teórico, se habló de una inversión superior a los 150 millones de pesos y un plazo de ejecución de obras entre 12 y 14 meses. Estaría concluido en 2014. Eso, claro, se decía entonces.
Entre el grupo inversor, estaba Jorge Pérez, ejecutivo de Productores Independientes Asociados (PIA) la firma que maneja Canal 9 Litoral.
Ese paseo comercial anunciado iba a contar con 80 locatarios, un hipermercado de 7.000 metros cuadrados, cuatro salas de cine, patio de comidas y un minishopping. El estacionamiento tendría una capacidad para 900 autos.
Al final, de todo eso, nada.
Peri si el primer shopping no pudo ser, el segundo quizá sí.
En la Navidad de 2014 la exintendenta Blanca Osuna se puso al frente de un nuevo anuncio: la construccion de un shopping en el predio de la vieja Fábrica de Fósforos de la ciudad, en Corrientes y San Lorenzo.
Más de un año después, y al igual que el predio del Hipódromo, del shopping anunciado, nada.
El edificio está mordisqueado por las topadoras, hay grandes vigas de hierro y ningún obrero, ningún movimiento, ningún avance del proyecto.
La empresa que hizo la propuesta es Lucio Di Santo S.A., de Rosario. La idea de los empresarios era desarrollar un centro comercial con un sector de micro-cines y amplio estacionamiento en el predio de 15.000 metros cuadrados donde se ubicó desde 1905 la Compañía General de Fósforos.
El arquitecto responsable de la firma del diseño, Fundar, Daniel Verger, había dado detalles primorososo. Dijo: “Dentro de este gran predio de 15.000 metros cuadrados tendrá un sector para el desarrollo comercial compuesto por áreas destinadas a shopping, cines, cocheras y un supermercado”.
Nada, tampoco.
Ni el primero ni el segundo shopping pudieron ser.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.