La ciudad, las calles de la ciudad, se llenan de pozos. Las lluvias, el agua permanente que corre y se desperdicia y daña el pavimento, los pésimos materiales que se usan para pavimentar, la falta de bacheo, todo eso junto, es una realidad que a diario soportan los paranaenses. Pero a la par de esos problemas, está la desatención de los vecinos. Veredas rotas, como en calle Perón, aguas servidas que salen de un negocio de venta de alimentos, en calle Corrientes, la maleza que crece al frente de los comercios y que sus dueños no eliminan. Todos, así, colaboran un poco para que la cara que muestra Paraná no sea la mejor.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.