Nadie con cierta dificultad física para desplazarse puede pasar en horarios determinados por la esquina de Salta y Victoria, donde un lavadero de autos hace propias todas las veredas y expulsa al peatón a buscar otro espacio por donde seguir camino. Ni una persona en sillas de rueda, ni un papá, una mamá acarreando un carrito de bebé. Apenas queda un espacio para que alguien pueda pasar caminando, en zigzag.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora