La ONG El Paraná No Se Toca denunció que continúan los encuentros de música electrónica “al palo”, alcohol, “cientos de personas y decenas de vehículos” en el área protegida de las islas del Delta, jurisdicción de la ciudad de Victoria. Precisamente, se apuntó contra la administración del intendente Domingo Maiocco (Juntos por el Cambio) como quien autoriza esos los encuentros bailables en una zona protegida de los humedales: “Por unos billetes vende el alma”, señalan. Y describieron que “donde antes reinaba la naturaleza, hoy reina el descontrol”.
“En el humedal sin ley, vale todo”, lamentaron en una publicación a través de redes sociales desde la entidad ambiental El Paraná No Se Toca, para dar cuenta una vez más de las fiestas que se organizan bajo el amparo de la Municipalidad de Victoria en la zona de los humedales del Delta.
Las islas, aunque están más cerca de Rosario, son de jurisdicción de Victoria.
De acuerdo a un informe producido por la Secretaría de la Producción, en el Delta la Provincia posee un total de 190 mil hectáreas, distribuidas en los departamentos Diamante (1.200 has), Victoria (132 mil has), Gualeguay (45 mil has), Islas (7.500 has), La Paz (1.800 has), Paraná (1.000 has) y Uruguay (1.500 has).
Claro que no toda esa extensión de territorio sigue bajo el dominio público, sino que en los últimos años empresarios ganaderos de las provincias de Buenos Aires y de Santa Fe se han ido apropiando de vastas extensiones de tierra, amparados en huecos de la legislación. Según un documento elaborado por la Dirección de Administración de Tierras Fiscales de la Secretaría de la Producción, en el departamento Victoria, de las 132 mil hectáreas propiedad del Estado provincial, hay 50.507 hectáreas apropiadas por particulares. Y en el departamento Gualeguay, de dominio público son 45 mil hectáreas, pero por alguna razón los parcelamientos que han efectuado agrimensores involucran 58.500 hectáreas.
En agosto de 2008, el fiscal de Estado, Julio Rodríguez Signes, firmó un dictamen que es la base de la estrategia que se ha dado la provincia en materia de tierras fiscales en disputa con particulares. Rodríguez Signes entiende que las islas del Delta son «bienes públicos» del Estado, «es decir, entre los denominados bienes del dominio público el Estado, ya sea nacional o provincial».
Pero aunque de jurisdicción entrerriana, las islas son copadas por rosarinos.
Acompañado de fotografías donde se pueden ver las multitudinarios encuentros de música y alcohol, la ONG señaló que uno de los boliches a cielo abierto funciona en a unos “3 kilómetros isla adentro del humedal –en la ruta 174 que una Victoria con Rosario, a la altura del kilómetro 7,3), en un área natural supuesta mente protegida. El dueño de esta isla pertenece a una nueva asociación civil llamada ‘Comunidad Islera’”, indicaron. La referencia es a Enzo Federico Vignale, un empresario ganadero que es sindicado como uno de “los dueños del fuego”, ya que ha sido citado por la Justicia Federal en al investigación por los incendios en el Delta. Enzo Vignale posee un establecimiento de cría y engorde de vacas en las islas, y su hijo Federico regentea “Wetland” un ex centro de recreo y prácticas de deportes náuticos que reconvertido a boliche convoca a fiestas electrónicas bajo el nombre de “Waves Island”.
Desde el Paraná No Se Toca recordaron que la asociación de ruralistas isleños que lidera Vignale no apoya la Ley de Humedales. “Están claritas las razones, otro integrante de esta nueva ‘asociación’ (Enzo Mariani) es quien se adueñó de parte de la reserva (perteneciente a la Municipalidad de Rosario) Los Tres Cerros, algunos kilómetros más adentro, islas (ubicadas en Entre Ríos) donadas a la ciudad de Rosario.
Estas fiestitas es un reparto de ganancias entre este privado que las organiza y la Municipalidad de Victoria, que por unos billetes vende el alma. Música al palo, luces psicodélicas, cientos de personas y decenas de vehículos, donde antes reinaba la naturaleza, hoy reina el descontrol”, fustigaron. “Pueden comprar voluntades políticas, asesores letrados, pero en algún momento se destapará la olla”, señalaron.
En diálogo con ERA Verde, la asesora legal de la entidad lamentó lo que sucede en el humedal. “Es lo mismo de siempre: Fiestas electrónica en las islas. Pero ahora la Municipalidad de Victoria las autoriza. Antes eran irregulares. Esa zona es reserva natural. Las fiestas estaban en un gris. Se hacían sin permiso. Ahora son más grandes y Victoria pone hasta los efectivos para controlar. Todo un desastre”.
En efecto, donde se realizan las fiestas, se encuentran en el sector comprendido como reserva natural del Delta, declarada por ordenanza municipal 2.185/03 y también están reconocidas como áreas protegidas por la ley provincial Nº 10.671 que ampara a todos los humedales del ejido de Victoria. Asimismo, por otra ordenanza, la Nº 2.472, en su apartado 3.6 regula la utilización del “Suelo Litoral”, ese sector de las islas establece a “discoteca, bares, etc.” dentro de los “Usos no admitidos”. Pero oficialmente, desde la comuna entienden que las fiestas “no están prohibidas” ya que se las habilita como “eventos”. Para esto la Municipalidad de Victoria “retiene un 7% del valor de venta” de las entradas, que oscilan entre los $2.000 y $3.000.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora