Las monjas claretianas abandonan la ciudad de Paraná. El motivo de la partida es el mismo que en otras congregaciones religiosas: la falta de nuevas vocaciones.

En 2004 Paraná observó la ida de los últimos religiosos salesianos de la Obra de Don Bosco. Habían llegado en 1935 a Paraná. Ese año se asentaron en la ciudad los primeros salesianos. Su presencia fue en respuesta  a un pedido expreso de fundar una escuela de artes y oficios, la Escuela Enrique Carbó, cuya construcción fue posible a partir de los donativos hechos por Luisa Funes de Carbó y Micaela de Comaleras, y el apoyo de la comunidad a través de la Acción Católica Argentina (ACA). En 2004, la comunidad religiosa abandonó la ciudad, y el colegio comenzó a ser regido por laicos.

También abandonaron la Provncia las monjas francesas que trabajaron siempre en el Hospital Fidanza, de Colonia Ensayo, cuando fue un leprosario; y la congregación de la Virgen Niña, que se ocupaban de los enfermos del Hospital San Martin.

Este sábado 18, a las 20,30, se realizará la misa en acción de gracias y despedida de las Hermanas Claretianas, tras 33 años al servicio de la Arquidiócesis de Paraná.

La celebración tendrá lugar en la Parroquia Nuestra Señora de Luján y luego, se hará un encuentro a la canasta en el salón parroquial.

En Paraná el Centro Misional Claret fue fundado el 23 de junio de 1990 y la sede está ubicada en calle 4 de enero.

Las Misioneras Claretianas, son continuadoras de la inspiración que impulsó a sus fundadores: San Antonio María Claret y a la Ven. María Antonia París a crear una comunidad al servicio de la misión evangelizadora de la Iglesia. La falta de vocaciones es la calve para la partida. «Son muy grande las que estaban y no tienen remplazo. Intentaron mantener pero no pudieron. Hace ya varios años que vienen con esa complicación», dijeron desde el Arzobispado de Paraná.

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora