Las autoridades del Colegio San Antonio de Padua, de Santa Elena, decidieron cortar la relación laboral con una docente de la sala de 5 años del nivel inicial.
La medida generó el inmediato malestar de los padres que, como primera medida, decidieron no enviar más a sus hijos a clase.
Pero dieron un paso más.
Mediante una nota presentada por los padres de los niños a las autoridades de la escuela les solicitaron “revertir la decisión tomada de forma autoritaria y discriminatoria con la Seño de nuestros hijos y sin tener en cuenta la situación de salud por la que está atravesando”.
“Ante la noticia que nos consternó y entristeció, dejamos aclarado que habrá padres que, de no tener una respuesta favorable en la mayor brevedad posible, actuaremos en consecuencia, porque creemos que esta situación es un acto discriminatorio e irresponsable desde la dirección, como así también consideramos que es un acto escaso de humanidad y cristiandad”, expresa la nota.
“A nuestros hijos, desde la Institución se les enseña valores, tales como el amor, el respeto, la responsabilidad, la tolerancia. Por lo cual sentimos que dicha decisión no demuestra coherencia con los transmitido”, dice el texto de la presentación que fue divulgado a través del sitio http://www.santaelenadigital.com.ar/
El Colegio San Antonio de Padua es una escuela confesional, asistida por el Estado en el pago de salarios de sus docentes, y pertenece a la congregación de las monas antonianas, que además están presentes en el Hospital 9 de Julio, de La Paz, y además atienden en el Hospital Francisco Ramírez, de Feliciano.
La congregación de las antonianas tiene presencia en el país a través de dos formas jurídicas: la Sociedad Hermanas de San Antonio de Padua, con personería jurídica desde el año 1902, y el Instituto de Vida Consagrada nacido en la década del 1990. La Sociedad abarca siete colegios antonianos y una residencia en San José de Feliciano.
En Santa Elena, según explicó el periodista Eduardo Cárdenas, del sitio Santa Elena Digital, la modalidad de contratación de docentes por parte de las antonianas es la de firmar contratos por plazos cortos, y en ocasiones, como en el caso de la docente de la sala de 5 años, se resuelve no renovar la relación laboral.
El Estado, que aporta financieramente para el pago de salarios en esos colegios, no tiene injerencia en la contratación de personal. No son empleados del Estado esos docentes, sino que tiene una modalidad de relación laboral privada: el empleador es cada uno de los apoderados legales de los colegios.
De modo que los colegios católicos pueden contratar o despedir docentes porque no cuentan con la estabilidad como sí la tienen en el Estado.
Sólo que esta vez los padres salieron en defensa de la docente de sus hijos.
La primera medida fue la de no enviar a los chicos a la escuela por tiempo indeterminado, o hasta que se revierta la medida tomada por las autoridades.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.