La crisis se sigue cobrando comercios en la ciudad, y los trabajadores quedan en la calle sin muchas alternativas más que engrosar la fila de desocupados que busca reinsertarse en el mercado de la forma que sea.
La sangría viene ocurriendo desde lejos pero en los últimos meses se agudizó. El martes 19 de noviembre, la cadena de electrodomésticos Ribeiro bajó las persianas de modo indolente y dejó a 11 trabajadores a la deriva. Con modismos del lejano oeste, un gerente enviado por la casa matriz desde Buenos Aires quiso arreglar el pago de las indemnizaciones en la vereda del local, en calle Pellegrini, y hacerles firmar un acuerdo amistoso que no lo fue.
Después, siguió el comedor El Viejo Marino, en la zona de la Costanera. Y un bar que marcó una época: Gambelin, en la clásica esquina de Illia y Alem. Las vidrieras están cubiertas por unos lienzos blancos, no hay ningún cartel -apenas una calco en la vidriera que recuerda los 25 años del bar-, y un contenedor repleto de basura en la calle.

En el invierno de 2018 abrió un local que buscó ganarse público en el mercado de las pizzerías: con el eslogan de «pizza gourmet» salió a competir Orange Club. Estuvo poco más de un año abierto sobre la Peatonal San Martín al 700. En estos días, colgó un cartel de remate de «instalaciones y mercadería».

Ahora, a la lista se suma la juguetería Pipa´s, en Peatonal San Martín al 800: un cartel en la vidriera dice: «Liquidación total». Pero no están liquidando mercadería de temporadas pasadas, ni preparándose para la gran venta de fin de año. Están cerrando el local. Los dueños los pusieron al corriente a las empleadas con nada de anticipación: hace menos de un mes.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.