La Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico tendrá, desde este sábado y hasta el domingo, su primer encuentro nacional.

Será en Paraná, y reúne a referentes de distintos puntos del país, muchos de los cuales se conocen en forma personal por primera vez: la Red es una construcción en movimiento, y es la unión de distintas historias, aunadas a veces por el teléfono, por las redes sociales o por el correo electrónico.

Esta será la primera vez que hagan una puesta en común. La convocatoria no sólo se pensó para dotar de organicidad a la Red, sino también brindar un apoyo explícito a las víctimas del cura Justo José Ilarraz, cuyo juicio oral comienza el lunes 16 de este mes.
«La Red de Sobrevientes de Abuso Sexual Eclesiástico de Argentina se sigue construyendo desde el año 2014. Está conformada por personas de distintos puntos de nuestro país. La mayoría son sobrevivientes, algunas son madres, psicólogos, abogados, exsacerdotes por decisión. Aunamos fuerzas en la búsqueda de verdad y justicia», dice un pronunciamiento que es como la carta fundacional, que este sábado por la tarde se distribuirá en Plaza 1° de Mayo, a partir de las 19. Allí, a esa hora, se concentrarán los referentes de la Red que están reunidos en Paraná.

Desde la Red alientan a denunciar los abusos, aunque aceptan que «animarse a contar, sabemos que no es fácil. Sabemos que es todo un proceso a transitar. Pero también sabemos que es lo saludable, lo que alivia y sabemos que acompañados es mejor».

«Venimos a Paraná con mucha expectativa por un encuentro al que están llegando compañeros y compañeras de distintos lugares del país, todos sobrevivientes, en víspera del juicio al cura Ilarraz. Tenemos mucha expectativa de este encuentro al interior de la organización,para darle una formalidad, y también para convocar a la comunidad al apoyo y toma de conciencia de lo que significa el abuso eclesiástico y la secuela que deja en la persona», sostiene Liliana Rodríguez, psicóloga de la Red.

Marcela Orellana, mamá de una víctima de los abusos en el Instituto Próvolo, de Mendoza, cuenta que la existencia de la Red ha sido un sostén para muchas familias en el proceso de conocimiento, primero, y posterior denuncia. «La Red ha sido un modo de unión para las familias que han sido víctimas de este terrible abuso», cuenta.

Julieta Añazco, referente nacional de la Red, dijo que llega al encuentro de Paraná «con muchas expectativas»,  la voluntad de hacer visible una problemática que casi siempre está oculta: el abuso sexual eclesiástico de niños.

 

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.