Este viernes 6 se inició un nuevo paro en el transporte de pasajeros en Paraná, una medida de fuerza que tomó por sorpresa a los 100 mil usuarios que a diario utilizan el servicio, y que se suma a los 5 días de huelga que hubo en julio y a las 15 jornadas de inactividad de agosto.
Cuando todo hacía pensar que el entredicho entre choferes y empresarios transitaba por el carril de la negociación en la Secretaría de Trabajo, y minutos antes de que se firmaran las actas, estalló el conflicto: la Unión Tranviarios Automotor (UTA) cayó en la cuenta de que la Municipalidad de Paraná no había transferido el Aporte del Tesoro Nacional (ATN), que había recibido a finales de agosto, a las cuentas de las empresas agrupadas en Buses Paraná y así éstas no pudieron depositar los salarios en las cuentas sueldo.
Las concesionarias Ersa Urbano y Transporte Mariano Moreno habían acordado devolver los días descontados por paro a los choferes en dos cuentas: un 50% este viernes 6, y el resto en tres cuotas. Pero ese compromiso se hizo trizas y a primera hora de la tarde desde Buses Paraná ordenaron a los trabajadores llevar las unidades y estacionarlas frente la Municipalidad: allí estuvieron hasta las 18.
“Claramente hay intencionalidades políticas detrás de este conflicto y también liviandad y falta de compromiso de los empresarios, que, acostumbrados a ganar cifras exorbitantes durante los últimos quince años, ahora ven reducido ese margen y quieren patear el tablero aprovechando la coyuntura política del momento”, analizó Walter Rolandelli, secretario Legal y Técnico de la Municipalidad de Paraná. A su vez, el secretario de Servicios Públicos, Ricardo Frank, planteó que “ante la reanudación del conflicto, de no contar con servicio público de pasajeros y que se avizora podría afectar todo el fin de semana, el intendente Sergio Varisco dio la directiva de que sea convocado el Concejo Deliberante para que pueda aprobarse la norma para destrabar el problema y que los usuarios cuenten con el servicio como corresponde”.
Perplejo ante las declaraciones de Rolandelli, el secretario gremial de la UTA, Sergio Groh, se preguntó: «¿De quién es la intencionalidad política en el conflicto. Entiendo cada vez menos. Que diga quién es el responsable de plantear un conflicto político y podremos ir aclarando las cosas».
«Acá la Municipalidad deslinda su responsabilidad. Entonces, lo que preguntamos es por qué no se transfirió el dinero del ATN como habían prometido los funcionarios. Desde el jueves están diciendo que estaba todo listo para transferir los $5 millones a las cuentas de las empresas para que paguen a los choferes. Pero llegamos al viernes y la Municipalidad no cumplió con lo que tenía que hacer», señaló el dirigente sindical.
Ahora, caídos en la cuenta que para transferir ese ATN a los empresarios se requiere autorización expresa del Conejo Deliberante -el fondo que se recibió no tiene expresa indicación de que se debe utilizar para corregir los desequilibrios financieros de las empresas de colectivos-, el Ejecutivo Municipal anunció que convocará a sesiones extraordinarias del Concejo. Pero ello no ocurrirá sino hasta el miércoles: el lunes, a primer hora, ingresará el pedido de convocatoria, luego un plazo de 48 horas para cumplir con las formalidades.
«¿Recién se enteraron el viernes de la necesidad de esa autorización del Concejo?», observa Groh. «Nos dijeron que a las 10 de la mañana del viernes se iba a transferir el dinero para que los trabajadores cobren. Acá hay una mala fe y no se quieren hacer cargo de sus errores. El área contable de la Municipalidad dice que no podían transferir esos fondos porque en el ATN no estaba especificado para qué era. ¿No se dieron cuenta antes? El jueves nos estaban asegurando que esta transferencia iba a estar. Bueno, esa transferencia nunca estuvo. Entonces, el Ejecutivo, más que hablar de intencionalidad política, lo que tiene que hacer es ponerse a trabajar y resolver el problema. Para eso están», fustigó.
Groh rechazó la posibilidad de que los choferes vuelvan a instalar una carpa en Plaza 1° de Mayo como forma de protesta. Y explicó cómo ocurrió que los coches terminaran este viernes puestos frente a la Municipalidad. «Al mediodía del viernes, cuando nos enteramos de que la plata no iba a estar, la empresa nos avisa y da una orden a los trabajadores para que lleven los coches a la Municipalidad. Al finalizar la tarde, nos vuelven a dar la orden de que retiremos los coches, para liberar el tránsito», sostuvo.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.