La negociación paritaria docente, que arrancó el 27 de enero y todavía no ha concluido para 2022, genera análisis críticos hacia el interior del principal sindicato del sector, la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer).

La Agrupación Carlos Fuentealba, minoría en la conducción de la seccional Uruguay de Agmer, señaló al respecto: “Como es sabido con la paritaria salarial firmada el año pasado del 35% en cuatro cuotas sobre el salario de febrero más los porcentajes dados meses más tarde, el Gobierno logró imponernos un ajuste salarial y la continuidad de salarios por debajo de la línea de pobreza. Pues en diciembre el salario inicial rondaba los $46.000 mientras la línea de pobreza era de $76.146 y la de indigencia $32.963, es decir, el salario docente se encuentra más cercano de la línea de indigencia que de superar la línea de pobreza.  Y la miseria del básico, que no llega a  $18.000. Sin embargo el gobierno pretende repetir este esquema para  el 2022”.

A ese respeto,  sostuvo que en línea  “con la política fondomonetarista del Gobierno nacional de repago de una deuda ilegal fraudulenta e ilegítima, Bordet pretende desconocer la pérdida salarial de años anteriores (2020, 2019, etc.),  y seguir aplicando el ajuste en este año,  que ya es sabido se viene con varios aumentos y tarifazos (como el 21% de la energía eléctrica a partir de febrero), manteniendo a toda la escala salarial bajo la línea de pobreza y con sumas fuera del básico, que hoy es de indigencia”.

“Sin embargo, el inicio de la paritaria es un momento clave para poder debatir en asambleas y elegir paritarios  qué lleven una propuesta concreta de aumento salarial sobre el básico a la patronal. Al  mismo tiempo qué plan de lucha llevamos adelante para lograrlo, contra un gobierno que esta jugado a fondo a mantener los salarios de pobreza de punta a punta de la escala salarial”, planteó la Fuentealba.

 

Y agregó: “Nuestra propuesta es luchar por un básico que supere la línea de pobreza hoy $76.146, por la cláusula gatillo mensual y acumulativa para no perder frente a la inflación, debatir y organizar un plan de lucha contra el ajuste y el pacto colonial del gobierno del Frente de Todos y el FMI”.

Mientras, Francisco Nessman, de Agmer Federal, y Pedro Gutiérrez, de Agmer Victoria, dos exmiembros de la comisión del salario del sindicato docente, plantearon que las sucesivas ofertas salariales del Poder Ejecutivo “han provocado la constante y creciente destrucción del poder adquisitivo del salario de los trabajadores de la educación y, por consecuencia, de la cada vez mayor pérdida de objetivación del valor del trabajo docente”.

 

En ese marco, cuestionaron a la reprsentación de los trabajadores que “jamás se plantó en un horizonte de demanda que afronte lo anteriormente dicho. Muy por el contrario, la dinámica siempre estuvo centrada en aceptar o rechazar la oferta (y las condiciones) que fijó y fija la patronal.  Y encima algunos gurúes  exigen que para hablar de salario hay que aprender, como si el conocimiento se hubiese puesto siempre al servicio del salario docente”.

Respeto del 8,9% ofrecido por el Gobierno, señalaron que no es un aumento que se aplique “sobre el salario de diciembre 2021 sino sobre el salario de febrero 2021. Esto es una de las claras trampas de la actual, y continuas ofertas del Gobierno de abonarlas en forma ´no acumulativas´ mientras que, por ejemplo, la inflación suma el porcentaje del mes inmediato anterior, no de inicios de año”.

Y plantea que la oferta oficial “no menciona lo adeudado de pérdida salarial 2020, que fue del 16%, y, actualmente, no hay perspectiva por escrito”.

“Tampoco –añaden- contempla una pauta salarial 2022, solo los tramos a prever, sin porcentajes específicos. Pero no perdamos de vista que cualquier cuota durante el año se va a basar en el salario inicial de febrero del corriente año, que será cuando liquide el 8,9 % restante del 2021”.

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora