El arzobispo de Paraná, Raúl Martín, presidió este lunes 29 la fiesta del patrono de Entre Ríos San Miguel. La celebración, que se desarrolló en la parroquia San Miguel, incluyó procesión, misa y luego la actuación de la Banda de Música de la Policía de Entre Ríos. La veneración a San Miguel nació en esta provincia casi con la conquista misma de estas tierras por parte de los españoles. Fueron los jesuitas de la Compañía de Jesús quienes diseminaron su devoción, al punto que aquí fundaron la estancia San Miguel. Aunque la elección de San Miguel como patrono de Entre Ríos y de la Virgen del Rosario como patrona de Paraná no fue una tarea sencilla, y para resolver ese diferendo la feligresía debió concurrir a las urnas, en acto público, frente a la Iglesia Catedral, en Plaza 1º de Mayo. Corría entonces el año 1825. En uno y otro bando se anotaron, sucesivamente, los distintos párrocos que tuvo la ciudad. Antolín Gil y Obligado, uno de ellos, fue un ferviente devoto de San Miguel, y a su abnegada tarea se debe la erección de la capilla en su honor, un edificio construido hacia el año 1822. Pero como entonces los cambios políticos que ocurrían en la provincia influían en la vida eclesiástica, con la asunción del mando militar de José Eusebio Hereñú se produce la expulsión de Gil y Obligado, y la llegada como vicario del sacerdote Francisco Dionisio Alvarez, quien, en contraposición, era devoto de la Virgen del Rosario. Fue precisamente el cura Alvarez quien procuraría salvar las divisiones que entonces se producían entre la feligresía entre los devotos de San Miguel y de la Virgen del Rosario. El clérigo, incluso, consiguió la venia del Gobierno para llevar adelante la elección que, “para hacerse según derecho, debe hacerse en una arca cerrada y otros requisitos que la dicha reunión será instruida”. Las crónicas cuentan que la votación se llevó a cabo el 1º de enero de 1825 y el arca cerrada -donde se emitieron los votos-, se depositó en el aljibe de la cisterna de agua que existía en la plaza principal. Los sufragantes no eran, sin embargo, sólo los habitantes de Paraná; también votaron los habitantes de La Matanza (hoy ciudad de Victoria) y Alcaraz. El resultado fue que la Virgen del Rosario logró imponerse en la votación para ser patrona de la ciudad de Paraná y San Miguel pasó a ser patrono de Entre Ríos.

 

 

Fotos: Arzobispado de Paraná

De la Redacción de Entre Ríos Ahora