Esa cuadra de la peatonal San Martín que se extiende entre La Paz y Colón suele ser tierra de nadie.
Es un sector peatonal pero es común que los vehículos crucen, estacionen, maniobren en toda esa cuadra vedada al tránsito vehicular.
Hay un salón de fiestas, un colegio privado y el salón de la Bolsa de Cereales en esa cuadra, y cada quien a su modo cree estar facultado para usar la calle peatonal para sus usos particulares.
La Bolsa de Cereales taló un árbol inmenso y los restos de ese árbol inmenso, talado, fue depositado en la calle, en la senda peatonal, sin ningún inconveniente.
Alguien, alguna vez, lo iría a retirar. Ese alguien no sería la Bolsa de Cereales.
Entonces, ese montón de restos de árbol talado estuvieron allí, sobre la Peatonal San Martín durante varios días.
Sucedió un día que un grupo de chicos hizo una broma, le acercó un fósforo, y el montón de restos de árbol comenzó a arder.
Alertados, empleados municipales acudieron y retiraron todos los restos de árbol. No era la primera vez que la Bolsa de Cereales procedía con tal displicencia, como alertó un funcionario de la administración de Sergio Varisco.
El maltrato a la ciudad es también esto.

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.