A pesar de que esperan «autorización» de la Municipalidad de Paraná para poder repartir las viandas de comida que preparan cada semana para repartir entre la gente en situación de calle que pernocta en la Plaza 1º de Mayo, el grupo de voluntarios de Un Cielo Nuevo seguirá con su actividad. El último martes por la noche tuvieron un trato violento de parte de un grupo de inspectores de Control Urbano de la Municipalidad de Paraná, que amenazó con llevarles el vehículo con la grúa de la Dirección de Tránsito.
La situación enojosa entre la Municipalidad de Paraná y el grupo de voluntarios que asisten con reparto de viandas a las personas en situación de calle en la ciudad -unas 200- se generó en febrero último cuando hubo un desalojo con auxilio de la Policía. Desde entonces, adultos, jovenes y niños que tienen la calle como refugio no pueden permanecer en Plaza 1º de Mayo. Paulatinamente, la gente había vuelto en los últimos días pero el martes el encontronazo fue con los voluntarios de Un Cielo Nuevo.
“La violencia nunca es el camino y menos cuando es generada por parte del Estado, quienes deben ser los primeros en abrazar a quienes más necesitan. Abramos fuertemente a los voluntarios nuestros y a los de Un Cielo Nuevo por lo sucedido con el personal del Municipio”, señalaron desde Suma de Voluntades, cuya referente es Anabella Albornoz, quien integró el gabinete del intendente Adán Bahl aunque después se produjo su corrimiento y no en buenos términos.
Personas en situación de calle: otro desalojo violento en la Plaza
Las «rondas» de distribución de viandas de comida que que se realizan todas las noches en la ciudad están repartidas entre Suma de Voluntades, que lo hace lunes, jueves, viernes y domingo, y Un Cielo Nuevo, que reparte los días martes.
El martes 18 ocurrió la tensión con funcionarios de la Municipalidad. «Antes de llegar, observamos la presencia de la grúa de la Municipalidad sobre calle 25 de Mayo y personal de Tránsito. Nunca vimos a Control Urbano. Nos permitieron estacionar en la vereda de Catedral, nos dejaron acomodar y comenzamos a servir la cena como todos los martes. De repente, nos hablan las personas que están ahí porque baja un Sr. Aníbal que maneja la grúa y otra persona filmando, ésta con el uniforme de Tránsito y sacando fotos. Dejamos de servir y nos acercamos para ver qué sucedía. Nos dijeron de muy mala manera (violenta) que debíamos irnos, que ya sabíamos que no podíamos estar ahí», señalaron desde Un Cielo Nuevo.
En diálogo con Entre Ríos Ahora, Lorenza Suárez, voluntaria de Un Cielo Nuevo, dijo que el martes próximo volverán a la Plaza 1º de Mayo a distribuir las viandas entre la gente en situación de calle, aún cuando aguardan la «autorización» municipal para realizar esa tarea. «Lo nuestro es de 15 a 20 minutos que estacionamos el vehículo cerca de la vereda de la Catedral. Tenemos autorización del obispo (Juan Alberto Puiggari) y con el párroco (Eduardo Tanger) para estacionar frente a la Catedral. Ahora, pedimos a la Municipalidad que si necesitan que hagamos un trámite para que nos autoricen a estacionar esos minutos frente a la Catedral, lo hacemos. Nos dijeron que nos iban a contestar», explicó.
Los voluntarios de Un Cielo Nuevo mantuvieron este jueves una reunión virtual con los funcionarios municipales, y en ese encuentro relativizaron la situación del martes último: negaron que haya sido un operativo violento destinado a obstaculizar su tarea de asistencia a las personas en situación de calle. «Nos dijeron que era un procedimiento de control en la ciudad que se hace siempre», contó la voluntaria.
De igual modo, adelantó que el trabajo de asistencia lo van a continuar. «Somos una asociación que practicamos la caridad y estamos al servicio de las personas en situación de calle. Entonces, vamos a continuar con nuestra tarea. Si el martes tenemos alguna otra situación -que creería que no- veremos cómo la resolvemos en ese momento. Pero las recorridas van a seguir», subrayó.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora