César Pibernus, miembro de conducción de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer) por la minoría Rojo y Negro, eligió no responder directamente a los cuestionamientos que lanzó un exaliado de su agrupación, César Baudino, exsecretario general del sindicato docente, ahora pasado al bando de la opositora Lista Multicolor.
«Es muy importante que nos planteemos que hay un montón de reivindicaciones que no están resueltas. Y el sindicato, con sus dos agrupaciones mayoritarias, ha entado en un estado de burocratización tal que en las escuelas el sindicato ya ni siquiera es parte de la discusión de la vida institucional. Es como que es algo ajeno. El escándalo mayor de este sindicato burocratizado es que en 2012, 2013, 20134, había 31 mil afiliados, hoy, vergonzosamente, tengo que decir que más de un tercio se ha desafiliado. La juventud no se afilia, y los jubilados no se reafilian», dijo Baudino.
Pero el dardo más afilado lo apuntó al corazón de sus socios, los Rojo y Negro: dijo que la agrupación se convirtió en «aliada» del Gobierno provincial.
Pibernus rechaza ese razonamiento y explica por qué se dio la confluencia en la Lista Marcha Blanca de las agrupaciones Integración, Rojo y Negro, Ñandubay y Lista Blanca. «Los puntos de acuerdo tienen que ver con una fuerte demanda de los compañeros en las escuelas. Ese fue el proceso que nos fue convenciendo a las conducciones de Agmer de lograr este acuerdo. Entre todos, tenemos diferencias visibles, y las seguimos teniendo. Pero todas esas agrupaciones que conducen coincidimos en construir una propuesta que se reúne desde las diferencias con vista a fortalecer al gremio y a fortalecer la representación sindical en el Consejo de Educación. Fue un arduo trabajo militante docente, un laburo de maestros y de profes. Charlamos con todos los integrantes de todas las agrupaciones», señala.
Ese fue el primer punto que impulsó el acuerdo: la demanda que llegó de las escuelas.
Pibernus negó que haya «desafiliación» en Agmer como reprocha Baudino. «Habría que cuantificar ese impacto de la desafiliación. A veces uno describe un hecho general en base a situaciones particulares, y eso no quita importancia sobre las desafiliaciones. Pero no se puede analizar todo desde lo particular. Lo que sí ocurrió en el sindicato, después de la reforma del estatuto, fue la decisión de sanear el padrón y sacar a los docentes que no eran aportantes. La Ley de Asociaciones Sindicales establece que afiliado es aquel que aporta», explica.
Ese padrón ficticio, con una cifra que no era la real, «la padecimos todos», señala. «El sinceramiento de ese registro hizo que hoy el padrón sea real, quienes no son docentes sino estudiantes pueden aportar como adherentes, y obtienen beneficios del sindicato», apuntó.
Negó Pibernus que la Rojo y Negro y el gremio en general están aliados al Gobierno. «La Rojo y Negro planteó 4 años de lucha en todos los ámbitos. El año pasado, ante el avance del Gobierno para hacer presencial las clases en medio de la pandemia. Nosotros planteamos como agrupación que se debía mantener la virtualidad. Este año dimos una gran pelea ante la patronal para que la virtualidad y la bimodalidad sean dos cosas bien claras», afirmó el dirigente que fue uno de los armadores de la nueva lista de consenso, Marcha Blanca.
En una entrevista con Radio CNN Gualaguaychú, el dirigente retrucó los dichos de su exaliado Baudino: «Plantear que hay una complicidad con el Gobierno no es real cuando en realidad enfrentamos al Gobierno y a los grupos anticuarentena. No es algo real lo que dice».
Después, puso como ejemplo la carpa blanca que se instaló en el primer trimestre de 2021, en medio de la cuarentena, frente a Casa de Gobierno para forzar la discusión salarial, que finalmente se dio. «Esa carpa logró la apertura de la discusión salarial», analizó.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora