En 2009, cuando Entre Ríos aplicó una transformación curricular en el nivel secundario, se generó una polémica con los colegios confesionales católicos, que pusieron reparos a la inclusión de una nueva asignatura, Juventud, Participación y Ciudadanía, en la caja curricular porque, arguyeron, les implicaba suprimir las horas de catecismo.

El Estado paga entre el 80% y el 100% de los cargos docentes en las escuelas públicas de gestión privada. Y define la política educativa. Por eso, no extrañó la reacción de la entonces presidenta del Consejo General de Educación (CGE), Graciela Bar, cuando la Asociación de Escuelas Públicas de Gestión Privada dio a conocer su queja. «El Estado no tiene por qué pagar horas de catecismo”, señaló entonces Bar, hoy de vuelta en la gestión como asesora pedagógica del CGE. Fue tras la incorporación, ese año, de nuevos lineamientos curriculares con la incorporación de la asignatura Juventud, Participación y Ciudadanía, con dos horas semanales. Las escuelas católicas reaccionaron rápidamente: hablaron de la imposibilidad de sumar esa materia, so pena de afectar la caja curricular ya establecida. Particularmente, dijeron que ello significaría tener que resignar horas, como las de catecismo.

“Creemos que es necesario la incorporación de esa asignatura, de modo de estimular al joven a participar en los centros de estudiantes, en actividades deportivas, culturas, y sobre todo para que se entusiasme por participar ante tanta crítica que hay a raíz de la abulia que tienen”, les contestó Bar.  “Ellos dicen que vamos a ocupar horas de catecismo. Pero la catequesis siempre se dio en contraturno. No estoy de acuerdo en que usen horas curriculares para dar catequesis. Además, catequesis no es una disciplina, esto es un espacio curricular obligatorio, por lo tanto el Estado no tiene por qué financiar ese espacio. Esas horas las debe pagar la propia institución”, planteó.

Ahora, la polémica se centra ya no en el nivel secundario sino en el nivel superior: en los centros de formación docente.

En el marco de los acuerdos federales, a partir de 2008-2009 se produjeron significativas transformaciones en los diseños curriculares de los diferentes niveles y modalidades del sistema educativo. Así, en la educación superior se crearon las Unidades de Definición Institucional (UDI). Estas nuevas alternativas han permitido a los estudiantes lograr mayor permanencia en el sistema y contar con mejor formación cultural, profesional o técnica específica para su futura carrera. El CGE ha aprobado sucesivamente los proyectos presentados por las instituciones, siendo reconocidas las horas destinadas a los mismos.

Las instituciones implementaron entonces propuestas vinculadas con el diseño curricular, por ejemplo: ruralidad, interculturalidad, educación en contextos de privación de libertad, educación domiciliaria – hospitalaria, educación ambiental, taller de narración y poesía infantil, lengua extranjera en los Profesorados de Educación Primaria; o Biotecnología, Nanotecnología, tecnología agropecuaria, tecnologías para la inclusión social,  en los Profesorados de Educación Tecnológica.

Pero ahora,  un grupo de institutos superiores de gestión privada pretende  reemplazar esas Unidades de Definición Institucional por catequesis o Teología, ciencia no contemplada en la estructura curricular oficial. Si bien los institutos católicos desarrollan una formación religiosa, esa formación en teoría debería darse en horario extra curricular, y ese tipo de espacios, además, no cuentan con financiamiento del Estado.

«Reemplazar las UDI por pastoral educativa, formación espiritual o cosmovisión cristiana, implicaría que los egresados de dichas instituciones -que a futuro se desempeñarán como docentes en escuelas católicas o laicas-, no contarán con la especialización complementaria. A la vez, esta decisión impediría que los recursos financieros que transfiere el Estado, puedan ser distribuidos equitativamente para la cobertura de horas cátedra de la estructura curricular, prioritariamente de aquellas instituciones en las que asiste un sector muy vulnerable pues contribuiría a reducir los montos de las cuotas que muchas veces las familias no pueden abonar», cuenta una fuente de Educación a Entre Ríos Ahora.

Frente a la posibilidad de reemplazar horas de formación por catequesis o Teología, grupos de docente –que comparten institutos de gestión privada y estatal- consideran que no debe autorizarse estas peticiones, e insisten en la defensa de la educación pública, la igualdad de oportunidades para estudiantes, el financiamiento de horas y cargos de institutos de gestión privada que incluyen estudiantes provenientes de familias de escasos recursos, el respeto a los derechos laborales y la profesionalización docente.

La Ley de Educación Nacional N° 26.206  y la Ley de Educación Provincial N° 9.890 establecen que el Estado reconoce, autoriza y supervisa el funcionamiento de instituciones educativas de gestión privada, confesionales o no confesionales, de gestión cooperativa y de gestión social. Además,  la normativa que aprueba el Reglamento de incorporación de escuelas de gestión privada a la enseñanza oficial fija requisitos específicos para el reconocimiento y autorización pedagógico y financiero: el encuadramiento a los lineamientos de la política educativa vigente, la aplicación de los diseños curriculares aprobados por el Consejo General de Educación enmarcados en los acuerdos del Consejo Federal de Educación para la validez nacional de los títulos de nivel secundario y superior,  aceptar la supervisión  pedagógica a través de los supervisores, designar a los docentes con el perfil/título que corresponde según la asignatura a desarrollar, cumplir con las rendiciones contables en tiempo y en forma, con las condiciones laborales del personal, con la infraestructura y mobiliario adecuado, entre otros.

 

 

 

 

De la Redacción de Entre  Ríos Ahora