El último episodio ocurrió en el Hospital Delicia Concepción Masvernat, de Concordia.
Los medios, algunos medios, subieron posteos que circulaban en redes sociales y lo transformaron en noticia con título y foto. Lo que se decía en redes era que el Hospital Masvernat negaba la restitución del espacio donde funcionó una capilla en tiempos prepandémicos.
Una cadena de whatsapp reclamó que «vuelvan a poner en funcionamiento la capilla del Hospital Masvernat, que era el lugar donde asistíamos pidiendo al Dios de todos fortaleza en momentos de dolor, desesperación, miedo, angustia».
Desde la conducción del hospital emitieron un documento y contaron qué ocurre:
«1. Las autoridades del nosocomio aún no han tomado ninguna determinación respecto al lugar donde funciona la capilla, sala que ante la pandemia fue solicitada para poder reestructurar y optimizar recursos edilicios para hacer frente a la pandemia de SARS-CoV-2 que lamentablemente afecto a más de 5 millones de personas en nuestro país y que aún no ha concluido. Dicho sector que fuera destinado para aumentar la cantidad de camas para asistir pandemia, continúa cumpliendo la misma función.
«2. Las autoridades sanitarias del Hospital Masvernat no han recibido ningún tipo de pedido formal o informal por parte de las autoridades eclesiásticas, capellanes o fieles de religión alguna solicitando restaurar las funciones originales de dicho sector hospitalario.
«3. Ante la divulgación de una supuesta negativa de las autoridades del Hospital Masvernat de ´devolver´ las instalaciones donde funciona la capilla, el mismo hospital convocó a un grupo de personas que hoy se manifestaron en el exterior del hospital de referencia y a los capellanes, que forman parte del grupo de trabajadores del nosocomio, a una reunión el próximo día jueves dónde se estará trabajando la temática puesta a disposición a la opinión pública antes que al Equipo Directivo».
Lo mismo ocurrió en el Hospital San Martín de Paraná, como contó Entre Ríos Ahora: la pandemia, con su alta carga de demanda hospitalaria, movió a las autoridades sanitarias a pedir a la Iglesia que desocupe el sector que ocupaba la capilla y también el departamento que tenía asignado el capellán.
El desalojo de la capilla del Hospital San Martín y el desmantelamiento de la casa habitación del capellán para que el área sea ocupada por el Servicio de Ginecología derivó en la firma de un acta acuerdo entre el Estado y la Iglesia Católica de Paraná.
El caso lo detalló Entre Ríos Ahora: las autoridades del Hospital San Martín de Paraná decidieron ocupar las instalaciones donde funcionaba la Capilla Virgen de la Medalla Milagrosa para destinarla a la apertura de un consultorio. También se tomó el espacio que utilizaba el capellán Daniel Rodríguez como vivienda, y todo será afectado de forma temporal a la atención de pacientes.
De ese modo, el cura Daniel Rodríguez, que es capellán del hospital, debió mudar todas sus pertenencias y buscar acogida en la Casa Cura Brochero, que funciona en Carbó al 300, un centro de espiritualidad que cuenta con alojamiento. Ahora, la atención espiritual de las personas internadas en el Hospital San Martín se realizará de modo externo. «Es temporal, pero no sabemos cuándo vamos a poder volver», aseguró el sacerdote.
La salida fue mediante acuerdo. El Ministerio de Salud acordó con la Iglesia Católica la utilización del oratorio, la capilla y la casa habitación del capellán que ocupan parte de las instalaciones del Hospital San Martín, y utilizar ese sector para el traslado del consultorio de Ginecología, que debió desalojar un sector del edificio que sufrió derrumbes.
“En razón de la imperiosa necesidad de seguir atendiendo a los muchos pacientes que concurren a dichos servicios, desde el Ministerio de Salud se solicitó, con la mediación de las autoridades del Hospital, al capellán del mismo –por su intermedio al Arzobispado de Paraná– afectar el espacio de la capellanía para poder continuar con la atención de la salud. Se considera para ello que no hay espacios disponibles en el Hospital, en particular por la pandemia que nos aflige», explicaron desde la Iglesia.
Fue así que se firmó un acta acuerdo entre el director del Hospital San Martín, Carlos Bantar, y el vicario general de la diócesis, Eduardo Tanger, documento que dejó «asegurada la atención religiosa del Hospital a través de sus capellanes».
En el acta compromiso, la Iglesia “acepta” y “permite” la “afectación temporaria del oratorio o capilla y vivienda del capellán” para ser utilizado por el Servicio de Ginecología.
“Atento a ello, y a efectos de no suspender la asistencia religiosa durante todo el tiempo que dure las construcciones mediante los refuerzos estructurales, el nosocomio se compromete a la búsqueda y habilitación de un espacio temporario para la práctica del mismo, debiéndose destacar que no asegura su resultado, como consecuencia de las reafectaciones y la falta de espacios disponibles”, dice el documento.
El acta añade en el punto 2: “Permitir el traslado y resguardo temporario de los elementos de culto que obran en dicha dependencia, al igual que las pertenencias personales del capellán de la misma, al lugar designado por éste. A tal efecto, el Hospital se compromete a prestar toda la colaboración necesaria para realizar el mismo fuera de las dependencias hospitalarias, cubriendo los gastos de traslado que corresponda”.
Acuerdan Salud y la Iglesia “impulsar las gestiones administrativas que resulten necesarios para procurar una culminación de los trabajos de refuerzo estructural que impiden la utilización de las dependencias afectadas”.
Luego, plantea que “una vez concluidos los trabajos de refuerzo, el Hospital se compromete a entregar o devolver el mismo espacio o uno nuevo para el oratorio, capilla y vivienda del capellán”
Capilla Hospital San Martin by Entre Ríos Ahora
¿Qué hacen los curas en los hospitales?
El servicio de asistencia espiritual que brindan los sacerdotes a los pacientes internados en los hospitales públicos no es gratuito. La mayor parte del clero cobra por ese servicio, que cumplen a través de los servicios de capellanía.
El Ministerio de Salud tiene «empleados» a varios sacerdotes que cumplen función de «capellanes» en los hospitales públicos.
El caso testigo, el del fallecido sacerdote Carlos Barón, derivó en una situación inédita: como había sido capellán del Hospital Fidanza, de Colonia Ensayo, y por eso mismo empleado del Estado, a su muerte, la mujer con quien convivía solicitó, y consiguió que la Caja de Jubilaciones y Pensiones le otorgara el beneficio de pensión.
Ocurrió en 2016. La Caja de Jubilaciones y Pensiones de Entre Ríos otorgó el beneficio de la pensión a una mujer que por varios años convivió con el cura Carlos Emilio Barón, muerto en 2014. Barón, además de sacerdote, fue empleado del Estado, por su doble función de docente y además capellán del Hospital Fidanza, de Colonia Ensayo.
Los capellanes, como empleados del Estado, están en el organigrama de las distintas reparticiones. Y cobran un sueldo por su tarea. No sólo son sacerdotes; también hay religiosas.
En el Ministerio de Salud de Entre Ríos tienen un listado de 24 sacerdotes y religiosas que cumplen funciones de capellanes, con sueldos que van de los $23 mil a los $34 mil, según valores vigentes a 2o20. Uno de los que integra el listado de capellanes es el sacerdote Aníbal Aguilera, capellán del Hospital Santa Rosa, de Chajarí, hermano de Juan Pablo Aguilera, cuñado del exgobernador Sergio Urribarri.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora