El ñandú de la Toma Vieja está en un punto panorámico, rodeado de un parquecito, protegido por las sombras de los árboles. El ñandú supo tener épocas de desprecio, daños, pero en 2015 fue sometido a una tarea de restauración, con colores vivos, que lo hacen destacar en el paisaje verde, la barranca, el río. Una postal clara, aunque no muy conocida de la ciudad. Puesto en un lugar inconveniente, junto a un sector que se ha desmoronado y que está siendo rellenado con residuos, el ñandú resiste, altivo.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.