Es sábado y acaba de caer una llovizna casi imperceptible en la ciudad. El otoño batalla en una lucha sin cuartel con un verano que no se va: calor y humedad. En la mediamañana de un día quito -pocos autos, casi nadie de gente- calle Corrientes muestra esta postal: la de aquellos que vive de lo que lo demás desechan. El hombre, metido adentro del contenedor de residuos; el niño, aguarda, atenta, desde el carro. Los dos en una faena que se vuelve corriente en la ciudad.
De la Redacción de Entre Ríos.