Uno, dos, tres y van… los arreglos de un pozo ubicado en calle Sudamérica casi Fraternidad de Paraná. El agujero y la pérdida de agua, con alrededor de un lustro de existencia, ya son parte del barrio, tanto que cada vez que han quedado ocultos por un arreglo enseguida los vecinos han tomado nota. Aunque, a poco andar reaparecen: pérdida y bache.
Se trata de una rotura que sobrepasa las gestiones municipales y los cambios de gobiernos: “Resurge, está”.
Como este pozo, seguramente hay muchos otros en la ciudad que perduran y hacen historia resistiendo a los arreglos. Se tomó éste a modo de ejemplo, porque hay registro fehaciente de su perdurabilidad. Además de la memoria de vecinos, una toma de Google Maps de octubre de 2013 muestra el bache en uno de sus “mejores momentos”.
FOTO TOMA GOOGLE
La imagen fue aportada por un vecino quien recuerda que antes de esa fotografía el pozo ya había sido reparado, tapado con tierra y se había vuelto abrir más de una vez.
El problema empezó a raíz de la avería de un caño de agua: empleados municipales cavaron, trabajaron en la red y quedó el agujero abierto durante meses. Finalmente, fue rellenado pero la pérdida resurgió sin cesar. Algo así ocurrió hace un par de semanas cuando otra vez una cuadrilla borró el hueco con una capa gruesa de asfalto, que quedó vencida a los días cuando volvió a aflorar el agua.
“Es que no arreglan la pérdida de agua y así no va a durar ningún arreglo”, opina un vecino.
Y la calidad de los arreglos viene siendo puesta en la mira por parte de vecinos de Paraná. El tema fue abordado por el estudio realizado en 2008 por la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) sobre Tránsito y Transporte en Paraná y en la Microrregión. “Una total deficiencia en los trabajos de bacheo”, concluyó el informe de la Universidad que además considera “fundamental” lo siguiente: “cuando se ejecuta un bacheo se deben seguir estrictamente las reglas del arte de la construcción, inclusive más minuciosamente que en la construcción original, dado que se trata de un trabajo artesanal”.
Del análisis se desprendió que en “general no se tiene en cuenta la naturaleza del bache (superficial o profundo) y no se ejecutan los saneamientos y la reposición de las capas afectadas, respetando sus características mecánicas y las exigencias de compactación”. Y el trabajo remata con la siguiente observación: se advirtió “la costumbre de “cubrir todo con mezcla asfáltica”, lo cual es técnicamente inadmisible por su baja durabilidad, y es absolutamente antieconómico.
La Universidad determinó, tal como publicó este sitio, que las causas de los baches obedecen a: el deficiente funcionamiento del sistema de drenaje superficial. (acumulación de agua en las esquinas; sumideros colmatados con basura o destruidos; cordones cuneta obstruidos en los accesos a garajes, deformados en contrapendiente; y taponamiento de las cunetas en accesos periféricos; por roturas de las cañerías de conexión de agua troncal o domiciliaria; a causa del giro del transporte urbano de pasajeros y de larga distancia; por desprendimientos de las capas asfálticas por arrastre hidráulico y por fatiga del paquete estructural, entre otras.
Mientras tanto, el bache de Sudamérica y Fraternidad resiste y acumula un catálogo de arreglos inútiles, rotos, como también una muestra de señalizaciones caseras e improvisadas.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora