Por estos días se analiza el proyecto de Presupuesto de la Municipalidad de Paraná para 2018. Las previsiones, diseñadas enteramente por el Ejecutivo, contempla los ingresos posibles y cómo se gastará una suma difícil de leer e inusual para la generalidad de los ciudadanos: tres mil seiscientos cuarenta y un millones trescientos sesenta y dos mil quinientos setenta y cinco ($3.641.362.575). El proyecto, y la distribución de las partidas, generan objeciones y reaviva el enojo con la viceintendente Josefina Etienot.

Una mirada al diseño realizado por el gobierno de Sergio Varisco permite marcar los siguientes aspectos: continúan intactos los superpoderes originados en la delegación de facultades del Concejo Deliberante en favor del Ejecutivo, la partida asignada al pago de sueldos sigue liderando la lista de ítems de gastos previstos y el monto destinado al presupuesto participativo es significativamente más bajo que en los últimos tres años.

Otros puntos a marcar son los comprendidos bajo el subtítulo «Disposiciones Complementarias y Transitorias». En ese apartado se propone: la suspensión durante 2018 de “la afectación de recursos municipales determinado por el artículo 2° de la ordenanza N° 8.595, (Fondo Económico de Incentivo a las Culturas, las Artes y las Ciencias –Feicac-), manteniéndose los fondos afectados hasta el ejercicio 2017 disponibles para su utilización” y la fijación de un monto máximo de $3 millones en vez de la aplicación de un porcentaje para el Ente Mixto de Turismo de la Ciudad de Paraná (Empatur), creado por la ordenanza 9.277. La previsión en este último ítem en el proyecto para 2017 fue bastante mayor, rondó los $13 millones.

Bajo ese subtítulo, también se incluye un cambio en el Presupuesto Participativo -sistema establecido por ordenanza en 2003 y con exigua aplicación en el tiempo-  que redunda en una merma notoria de fondos para 2018 en relación a otros años. Para el año que viene, el gobierno asigna $6.934.548 en concepto de Presupuesto Participativo en el Plan de obras Públicas con financiamiento Municipal, cuyo monto total asciende a $456.750.257.

En 2017, el ítem del Presupuesto Participativo en el plan de obras financiadas por el Municipio fue de  $35.808.965 y en 2016, $20.427.374, dos años en que se sucedieron los reclamos por la paralización del sistema a partir del comienzo del nuevo gobierno. En 2015 se habían destinado más de $11 millones, según el presupuesto de entonces.

El cálculo de los números mencionados para el año próximo surge de un presupuesto cercano al 25% en relación al de 2017.

El agua


Siguen apareciendo ítems de Asistencia a la Comunidad sin discriminar, un título que sumó críticas en gestiones anteriores debido a la falta de detalle del gasto en las planillas preliminares del proyecto. Así, figura en la parte titulada Erogaciones por finalidad y función un monto de más de $63 millones para el ámbito de Presidencia municipal, Secretaría General y Derechos Humanos, Secretaría de Desarrollo Social y Fiscalía Municipal. En contraste con los montos de varios dígitos, figura en el plan de obras con financiamiento extra-municipal una partida de tan solo $2.954 para Remodelación y Equipamiento del Teatro 3 de Febrero. A menos de diez años del comienzo de la anunciada mega obra de la planta de agua que demandó una erogación de más de $100 millones, se prevé una inversión nacional de más de $66 millones para obras que mejoren el servicio. El detalle es el siguiente: Optimización del sistema de captación del muelle Toma II con traslado hacia la planta de Avenida Ramírez, Obra de aumento de producción de agua potable y, la tercera, Readecuación de la planta potabilizadora de Avda. Ramírez.

Sueldos, primeros en la grilla


La asignación destinada al pago de empleados continúa gravitando en las cuentas del Presupuesto Municipal. Es la principal, y de lo que queda se distribuye entre el resto de las erogaciones. En esta oportunidad, la partida ocupa el 58,48% del presupuesto total, con un monto de $2.129.608.515, para atender una planta de 9.160 empleados, con distintos vínculos contractuales. Las previsiones dan cuenta de 5.300 trabajadores de planta permanente, 2.800 de contratos de servicios, 980 contratos de locación de obra y 80 contratos de horas cátedras.

La distribución para los ítmes restante es la siguiente: para trabajos públicos se destinan 28,33%; Bienes de consumo y servicios no personales, partida que concentra los gastos operativos del Municipio, 10,98%; Bienes de uso, 0,14%; Trasnferencias (abarca subsidios) 1,54% e Intereses y gastos de la deuda, 0,51%.

Siguen los superpoderes 


La cesión de facultades del Concejo Deliberante en favor del Ejecutivo se afianza en la iniciativa para 2018, con artículos que conservan la redacción de documentos escritos por la gestión de gobierno pasada. Los superpoderes, tal cual se le llamó a la modalidad que empezó tibiamente hace aproximadamente una década y terminó profundizando Blanca Osuna, apenas entró al gobierno,  arrancó en 2012 con la concreción de la cesión de facultades del Cuerpo Deliberativo, continúo en 2013, y 2014 fue el único año que no fueron aprobadas debido a un cortocircuito pasajero en el bloque oficialista entre osunistas y solanistas.

En 2015, la súper bancada oficialista compuesta por entonces por los dos tercios del Concejo con ediles de esas dos líneas internas (solanismo y osunismo) más el hallismo, votó en bloque y aprobó otra vez el retorno de los superpoderes al Presupuesto. En aquel momento se señalaron, con fuerte tono de crítica por parte de la oposición del Concejo, a los artículos 1°, 2° y 4°.

Y la redacción de parte de esos artículos del Presupuesto 2015, contenido en la ordenanza 9.271, con el que transcurrió el último año de gobierno de Osuna, se reiteró en el proyecto del Presupuesto para 2017  y continúan en el proyecto en análisis por estos días.

Por ejemplo, se mantiene textual en ambos documentos (Presupuestos para los años 2015 y 2018) la segunda parte del artículo 1°, en el que fija cuánto va a gastar el Estado Municipal y en qué partidas. La similitud aparece en la parte que se refiere a la facultad del Ejecutivo para distribuir analíticamente “los créditos al máximo nivel de desagregación previsto en los clasificadores presupuestarios, pudiendo reasignar, por finalidad, función y jurisdicción los importes consignados en las partidas de Bienes de Consumo y Servicios No Personales, Transferencias, Personal, y Bienes de Uso”.

El artículo 2° contiene la estimación de los ingresos que tendrá el Municipio en 2018 y los montos determinados por las dos vías previstas: recursos corrientes y no corrientes. En el segundo párrafo del artículo se mantiene, hasta con las comas, lo siguiente en ambos textos: “El Departamento Ejecutivo podrá ampliar el Presupuesto General de Erogaciones y Cálculo de Recursos, cuando se produzcan nuevos o mayores ingresos por sobre los que se estiman en la presente, y/o cuando sea factible la incorporación de saldos no utilizados de recursos de ejercicios anteriores, debiendo efectuarse la comunicación al Honorable Concejo Deliberante”.

En el artículo 4° sucede algo parecido. Reitera el proyecto para 2018: “Apruébase el Plan de Obras Públicas (…), pudiendo el Departamento Ejecutivo de acuerdo al avance de las obras y criterios técnicos que permitan un mejor desarrollo de las curvas de inversión, realizar adecuaciones e incorporaciones en el marco del monto global autorizado”.

Las críticas del bloque del PJ coinciden con las de Etienot  y apuntan  a las intenciones del Ejecutivo, reflejadas en el proyecto de Presupuesto, de disminuir los montos destinados al Concejo Deliberante. Según advirtieron, se trata de $20 millones menos para 2018, quita que se suma a otros $20 millones restados en el ejercicio actual. También hay objeciones de tipo gremial por el ajuste.

Así las cosas,  el tratamiento del proyecto demandaría la convocatoria de una sesión especial para mediados de diciembre.

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.