El camping Carlos Fuentealba de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer), 23 hectáreas sobre calle Don Uva, adquiridas durante la gestión Rojo y Negro al frente de la conducción provincial del sindicato, desató una disputa de política gremial. Esa disputa esconde no sólo un planteo por una cuestión menor: puso a la luz la pelea por la distribución de los recursos que aportan los afiliados.

«A treinta días del inicio de temporada, el complejo Recreativo de Agmer Carlos Fuentealba tiene las piletas sin habilitar. Después del piletín que, en los años de la gran crisis, sirvió para expresar nuestros reclamos, el mayor logro en materia de recreación fue el complejo recreativo de Agmer Carlos Fuentealba. Ubicado en el ejido del Departamento Paraná, constituyó un logro de la conducción Rojo y Negro de Agmer que reivindico a la docencia sindicalizada, reconociéndoles el derecho a la recreación a todos los afiliados provinciales, con un complejo que mostró en clara evidencia el destino de los aportes», dice un pronunciamiento de la Agrupación Rojo y Negro que conduce la seccional Paraná.

Susana Cogno, titular de la seccional Paraná, reclama, primero, que el complejo se habilite en forma total para los 6.000 afiliados, después, que su administración quede en la seccional local, y al final cuestiona el retaceo de fondos para, por ejemplo, poner en condiciones el edificio del gremio y dar de sedes a las ocho filiales del interior del departamento. «Ese complejo se pensó con un salón de convenciones, un salón de fiestas, un parque acuático y un circuito pedagógico en las 20 hectáreas de monte nativo, que nunca se concretó. Los afiliados vienen reclamando desde hace tiempo que se complete el proyecto original, y no pasa nada. También pedimos que la administración del complejo se devuelva a la seccional Paraná», dice.

Desde 2012, la conducción provincial de Agmer está en manos de la Integración.

 

Cogno señala que la temporada de verano se inauguró el 14 de diciembre, y todavía no se sabe por qué no se habilitó las pileta del complejo. «Que no se habilite la pileta afecta un derecho de los afiliados, que es poder tener sus vacaciones en el lugar que eligen», señala Cogno.

«Ya no sabemos es un acto de irresponsabilidad o un imponderable. Lo cierto es que al inicio de la temporada todo tiene que estar previsto para que la gente pueda utilizar todo el predio», agrega.

-¿Ese es el reclamo que hacen?

-No sólo que estén habilitadas las piletas. También pedimos que la seccional Paraná tenga la administración del complejo, con el presupuesto que le corresponde. Pero no hemos sido escuchados. Hay una cuestión que tiene que ver con el manejo de los recursos del sindicato, y también con las decisiones políticas que se toman. Nosotros creemos que a esta altura hay una decisión de dejar de lado la atención de los afiliados del departamento Paraná, a pesar de los que aportes que realizan. Hay que tener en cuenta, por ejemplo, el estado edilicio de la seccional Paraná, que no ha sido refaccionada a lo largo de los años, y que es la casa histórica del sindicato, que tiene graves problemas estructurales. Esto habla de un conflicto político que trasciende lo límites de lo que son los imponderables.

-¿Hay, entonces, cuestiones de fondo?

-Sí, claro, que habla de cómo se entiende la relación del sindicato con sus afiliados y aportantes. Acá hay una cuestión que tiene que ver con los aportes que se realizan al sindicato, y cómo esos aportes garantizan la seguridad. Somos una seccional muy grande, con ocho filiales, algunas de las cuales no tienen siquiera lugar físico donde funcionar. O sea, la dimensión del problema es mucho más grave.

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.