¿Por qué el testimonio del cura párroco de Oro Verde, Alfredo Nicola, fue descartado por la defensa del cura Juan Diego Escobar Gaviria, durante las jornadas de debates en el juicio oral por la comisión de los presuntos delitos de corrupción y abuso sexual por parte del expárroco de Lucas González?
Fabián Schunk, miembro de la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico, tiene una teoría: porque Puiggari intervino.
El legajo de Nicola en la curia fue solicitado por el fiscal Federico Uriburu, que llevó la acusación en las jornadas de debates del juicio oral al cura Escobar Gaviria. Cuando supo que Nicola había sido propuesto como testigo de la defensa, Uriburu le pidió al arzobispo Juan Alberto Puiggari conocer los antecedetes de Nicola.
Llamativamente, la defensa de Escobar Gaviria, que ejercen Milton Ramón Urrutia y Juan Pablo Temón, desistió de ese testigo. Y el pedido del fiscal a Puiggari naufragó, en una jugada inteligente del arzobispo: esperó hasta el último día para responder. Y cuando respondió dijo que no tenía sentido contestar, por cuanto el tema se había vuelto «abstracto» ante el desinterés de la defensa en el testimonio de Nicola.
“La información que él maneja es poder. Él tiene poder sobre los sacerdotes porque maneja información. Ahí radica todo su poder. Él tiene un manejo psicopático afectivo sobre los sacerdotes. Entonces, los hechos se encubren, no se denuncian”, dice Schunk.
Así, plantea la existencia de un círculo cerrado que no se rompe: de casos que se denuncian pero que no llegan a la Justicia, de familias que plantean hechos de corrupción pero que son convencidas de que es mejor no denunciar, que todo se maneje mejor mediante una investigación diocesana que, después, no se sabe qué fin tiene.
Puiggari, afirma Schunk, sabe de más casos de pedofilia que los que se han denunciado en la Justicia. Cita el caso de un sacerdote que fue convenientemente trasladado a una provincia del noroeste luego de convencer a la familia de un menor abusado que no denunciara el hecho ante los tribunales. No es una novedad: ya el excura José Carlos Wendler lo planteó en una carta que dejó en manos del exarzobispo Mario Maulión.
La declaración de Nicola en el juicio a Escobar Gaviria, razona, hubiera supuesto un verdadero problema para la jerarquía eclesiástica local, por una cuestión de peso: la ventilación de situaciones que no han sido llevadas a la Justicia.
«Puiggar se cree con autoridad para llamar a los curas y decirles qué deben decir y qué no cuando les toca ir a declarar en la Justicia, como pasó en la causa Ilarraz. ¿Por qué lo dejó ir a Nicola a la causa Ilarraz, y le prohibió en Escobar Gaviria? Porque en Ilarraz nadie le pidió legajo. Ahora, si los fiscales llegan a pedir el legajo de cada uno de los curas que son testigos en la causa Ilarraz, no sé si todos van a ir a tribunales», analiza.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.