Esta tarde asume al frente del comité provincial de la Unión Cívica Radical (UCR). Tiene 46 años, es abogado, expresidente de la Sociedad Rural de Chajarí y es el actual intendente de su pueblo. Proviene de Alternativa Radical, que responde al liderazgo de Fabián Rogel. Se referencia con Julio Cobos a nivel nacional, dice que el Gobierno de Urribarri fue mediocre y si bien destaca la apertura al diálogo de Bordet, cuestiona su “ambivalencia”. Sostiene que el radicalismo tiene que salir de la comodidad de su rol opositor para volver al poder en Entre Ríos.
Pedro Galimberti convocó en la mañana de este viernes a un encuentro con periodistas de la ciudad. Fue en Live Rock, Peatonal y 25 de Mayo, algunas horas antes de su asunción formal al frente del centenario partido en la provincia de Entre Ríos.
A contrapelo de la costumbre radical, Galimberti llegó casi al horario señalado y esperó por las preguntas. No hubo presentación, prólogo, ni monólogo de inicio. Fueron, desde el principio, preguntas y respuestas. En general, el intendente de Chajarí utilizó oraciones cortas y bastante concretas. Galimberti no se va por las ramas, ni tampoco profundiza demasiado, aunque no esquiva ninguno de los interrogantes.
¿Qué dice el flamante presidente de la UCR sobre rumbo de Cambiemos en Entre Ríos? “Estamos hablando de un frente electoral que tiene un año y medio”, subraya Galimberti y reconoce que “donde gobiernan los radicales, se queja el PRO y donde gobierna el PRO, se quejan los radicales. Somos un frente nuevo, con posiciones diferentes”, desdramatiza.
Galimberti tiene en mente la agenda inmediata de su partido, pero sobre todo el objetivo para 2017 y la discusión en el ámbito de la coalición para definir lugares. “El radicalismo tiene que fortalecerse, nos da la impresión que no es tiempo de hablar de candidaturas, tendremos que hablarlo en marzo o abril del año que viene. Si no hay una lista de consenso, están las PASO (primarias abiertas, simultáneas y obligatorias). Me parece que en el ámbito de la democracia, no hay que tenerle medio a estas cosas”.
Se menciona, en la mesa, los movimientos del PRO para incorporar una pata peronista. La pregunta es si la UCR opina del mismo modo sobre la ampliación del frente. “Cambiemos, en diferentes lugares de la provincia, ha tenido gente que viene del peronismo, no es nada nuevo”, ataja el intendente y sale: “Cuando llega el momento de repartir poder siempre hay tironeo y no hay que tenerle miedo”, insiste.
Galimberti acepta las diferencias internas e intenta suavizar las disidencias en el marco de un espacio político que se intenta proclamar como la evolución necesaria luego de una experiencia agudamente vertical de peronismo, en el caso provincial, bajo el mando de Urribarri y en la Nación, con Cristina y Néstor Kirchner.
Otra ejemplo es la ley de Presupuesto que los diputados de Cambiemos aprobaron aún frente a los intereses de los intendentes de su propio espacio. “Yo, como intendente, puedo seguir reclamando los fondos que me pertenecen; creo que los diputados, votando el Presupuesto, le están dando un año de respiro a Bordet. Tenemos diferentes posiciones y hay algunos intendentes que están más molestos que otros”, reconoce.

PERSONALMENTE.
La segunda parte de la conversación entre Galimberti y los periodistas avanza hacia el aspecto más personal y menos institucional. Quién es, en definitiva, el nuevo líder radical. Galimberti, de 46 años, prefiere no hablar de renovación generacional en su partido, pero sí acentúa la necesidad de “salir de la posición cómoda de oposición”, para disputar el poder. Asegura que los intendentes apuntan a ganar la provincia en 2019. “Los intendentes y mucha gente más”, dice.
Pedro Galimberti es abogado, ex integrante de la Confederación Rural Argentina y ex presidente de la Sociedad Rural de su pueblo. Fue concejal entre 2003 y 2007, perdió la intendencia de Chajarí ese año a manos de Juan Javier García. No ingresó como convencional en 2008 y se quedó en la interna de 2011 cuando era candidato a senador suplente. “Soy un gran perdedor, pero soy un tipo tozudo”, define y se ríe.
Viene del ala radical que supo comandar Juan Carlos Lucio Godoy, pero cuando Godoy se fue, Galimberti se quedó y entabló relación con Fabián Rogel. Responde a esa línea: Alternativa Radical. Respecto a la vida interna y espiritual del partido, Galimberti no cree que la figura de Sergio Montiel sea aún fuente de controversia, entre la reivindicación y el desconsuelo de un final de mandato crítico en 2003. “Merece el reconocimiento de todos los radicales, ha dejado instalada cuestiones de fondo, nunca puede ser despreciado”.
El flamante presidente de la UCR, consultado por la gestión de José Luis Panozzo en su ciudad de origen y de Urribarri en la provincia, define: 1- “La de Panozzo fue una gestión muy mala, sobre todo desde el punto de vista organizativo”. 2- “Mediocre”, así calificó lo hecho por Urribarri. De Bordet, en cambio, tiene una mirada más componedora. Destaca su vocación de apertura al diálogo, aunque ve una “ambivalencia” en el Gobernador. “Hay contrataciones, gastos, que parece que siguen con el despilfarro anterior”, analiza.
Galimberti opina además de la situación de la tarjeta oficial Sidecreer y de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader), cuestiona las administraciones de ambas propuestas nacidas en el gobierno de Montiel y, casi por último, dice que la tarea en los próximos dos años para el radicalismo entrerriano es diseñar el proyecto de provincia que el centenario partido debe poner a consideración de la gente. Esa es la tarea, según el nuevo líder del radicalismo.

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.