En diciembre de 2020, cuando se firmó el contrato de la obra, la Municipalidad de Paraná destacó que la repavimentación y ensanche de Racedo «cambiará su fisonomía en el tramo entre Avenida de las Américas y Ramírez con una doble vía y ensanche que permitirá un mayor flujo vehicular y un ingreso y egreso ágil y seguro».
El trabajo se encargó para ser ejecutado por la empresa Paulina Castro de Demartín e Hijos SRL, con un presupuesto de $ 72.982.239,47.
La obra contempló dos calzadas de 8 metros de ancho, separadas por un cantero central de 1.50 metros, aprovechando el paquete estructural actual existente. Además, se construyero nuevos cordones cunetas, badenes, conductos de desagües, cámaras de captación, alumbrado público, semaforización y forestación.
«Racedo es una calle histórica de Paraná que llega hasta el Ferrocarril, que tuvo una época de esplendor y queremos, poco a poco, recuperar ese patrimonio que es parte de nuestra identidad y que tiene un gran potencial turístico. Esta es una primera etapa y luego vamos a ir hacia el Oeste con las mejoras que necesita el bulevar”, dijo entonces el intendente Bahl.
“Estamos contentos de que al final de este primer año de gestión, a pesar de las condiciones en que recibimos el Municipio y del contexto de pandemia, podamos dar el puntapié inicial de esta obra proyectada hace más de 50 años”, concluyó.
Pero a comienzos de 2021, cuando la obra se iban a poner en marcha, el caso se judicializó a partir de un recurso de amparo que presentó el Foro Ecologista de Paraná. El incidente finalmente fue resuelto por el Superior Tribunal de Justicia (STJ), a favor de la Municipalidad. El punto de fricción fue la decisión de extraer árboles añosos de la vieja traza. La intervención de la Defensoría del Pueblo y la reformulación del proyecto derivó en que finalmente en el cantero central de Racedo se plantasen nuevas especies arbóreas.