«La prueba es común (para ambas partes). Desde el momento en que se presenta la prueba, se la admite luego del juicio de admisibilidad, la prueba es comunitaria. Entonces, no se puede desistir. Nosotros pretendemos que se desarrolle el debate con total normalidad, que asistan todos los testigos propuestos, tanto por la Fiscalía como por la querella y la defensa».
De ese modo, el abogado Jorge Muñoz, defensor del cura Justo José Ilarraz en el juicio por los abusos en el Seminario Arquidiocesano de Paraná, argumentó por qué se opuso al planteo que hizo este jueves el Ministerio Público Fiscal junto a los querellantes, que pidieron al tribunal desistir de varios testigos ya citados. Los jueces Alicia Vivian, Carolina Castagno y Gustavo Pimentel, frente a la oposición de la defensa, resolvió rechazar la petición y mantener la lista de testigos citados.
Muñoz sostuvo que la pretensión de Fiscalía y querella fue que se desistiera de «prácticamente todos los testigos», opción que finalmente no tuvo cabida en el tribunal.
El fiscal Juan Francisco Ramírez Montrull explicó que la idea fue introducir por lectura lo que los testigos ya declararon en la etapa de instrucción, y sostener sólo la comparencia de los peritos y psiquiatras, la declaración por escrito de los obispos Juan Alberto Puiggari, Estanislao Karlic y José María Rossi, y los nuevos testimonios incorporados tras la realización de los debates. «Ahora, lo que va a ocurrir es que nosotros vamos a limitar las preguntas. Sólo haremos algunas preguntas puntuales a los testigos, porque considreamos que los hechos ya están probados», señaló.
Durante esta jornada de lunes declararon tres sacerdotes en el juicio por los abusos denunciados por siete víctimas en el Seminario Arquidiocesano de Paraná: Ramón Estanislao Zapata, Javier Balcar y Eduardo Jacob. Sólo los dos primeros aceptaron hablar con la prensa a la salida del salón de audiencia; Jacob optó por retirarse sin hacer declaraciones.
Zapata dijo que de los hechos se enteró por terceras personas, que jamás lo escuchó de boca de alguno de los siete denuncias. «Escuché que hubo supuestamente abusos. Es algo doloroso saber que ha pasado eso», expresó. «En principio, yo no conozco nada», amplió.
-¿Usted duda de que hayan ocurrido los hechos?
-No, no dudo. Pero no puedo acusar…
-No le pido que acuse. Le pregunto si cree que fueron abusados.
-Eso lo dictaminará la Justicia.
-¿Usted qué cree?
-No puedo decirle qué creo.
El cura Javier Balcar, que declaró en la jornada de este lunes, también se mostró esquivo en sus declaraciones ante la prensa.
-¿Supo de los abusos?
-La situación de los abusos me enteré por los medios.
Pero Balcar fue ha sido un testigo clave. Declaró en la instrucción que ordenó el ahora cardenal Estanislao Karlic en 1995 y también en la etapa de instrucción de la causa Ilarraz en la justicia civil. Su declaración movió a un severo reproche de parte de Ilarraz en su declaración indagatoria, en junio de 2015. Ilarraz recordó que «Balcar dijo que en una oportunidad me vio reunido con varios chicos que estaban en paños menores en el dormitorio del pabellón y que yo estaba presente alrededor de ellos. Y sin recordar bien, creo que dijo que con mi pie o con mi dedo le tocaba el dedo de uno de ellos. Esto es una mentira tremenda y que voy a dar las razones por las cuales ha mentido Javier Balcar. Primero si hubiera visto eso, hubiera dicho qué chicos estaban presentes porque los conocía a todos y se los hubiera comunicado al padre Puiggari que era el rector del menor. Segundo que es imposible que ningún chico haya estado en paños menores porque tenían prohibido salir de las duchas en calzoncillos, andar por los pabellones de la misma manera e inclusive dormir sin pijama o pantalón corto y la razón es obvia, si al dormitorio podía subir cualquier persona, madre, hermana no iban a encontrarse ellos en paños menores».
Ahora, Balcar midió sus palabras y se mostró muy olvidadizo.
-¿Usted declaró en el proceso que ordenó Karlic en 1995?
-Sí.
-¿Y por qué declaró?
-Y, porque nos pidieron, porque yo había sido bedel entre el año 1992 y 1993. Fui bedel no propiamente de primero y segundo, donde el padre (Ilarraz) era prefecto. Yo era bedel de tercer y cuarto año. Pero ninguna de las víctimas habló conmigo.
-¿Usted nunca advirtió ninguna señala de parte de las víctimas?
-No, no, no. Señal, no. Con respecto a este caso, no.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.