Los boliches que supo tener Paraná van dejando lugar a una reconversión que los trasnforma en otra cosa. El legendario Parador, sobre la barranca de calle San Juan, es ahora un gimnasio, y este otro que duró durante años, destinado al público teen, sobre calle Andrés Pazos, se convirtió en un salón de fiestas infantiles.

 

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.