Todos ahora pasan y ni siquieran reparan en su existencia. Quedan pocos. Poquísimos. Los teléfonos públicos fueron dejados a un lado cuando aparecieron los locutorios, y tuvieron definitivamente su certificado de defunción con la masividad de los celulares. Ya no se habla: se mensajea, se whatasappea, se mandan emojis. Los celulares son para eso. Y los teléfonos públicos, los pocos que subsisten en la ciudad, están así, como reliquias. Como el que está en Avenida Ramírez y La Paz.

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.