El año electoral arrancó con todo. Y el año electoral arrancó con todo el cotillón propio de los tiempos de campaña. Los pasacalles ocupan espacios públicos, postes de alumbrado, tendidos de cables de servicios, semáforos. Aunque hay normas que lo prohíben, los pasacalles han llegado y se han instalado. Y los vientos, las tormentas, las ráfagas que los bambolean a veces cometen los estragos corrientes: los pasacalles terminan en la calle, colgando peligrosamente, enredados en las ramas de los árboles. No hay modo de frenar el uso de pasacalles. Y así quedan.

 

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.