Ahora está partida, y el muro perimetral, rodeado de una pequeña reja, tiene un serio riesgo de derrumbe.
Está en el punto central de la ciudad, en el medio de la Plaza 1º de Mayo.
Es la histórica cisterna, que alguna vez sirvió de atractivo turístico pero que hoy es una más de las estructuras históricas de la ciudad que está en serio peligro, igual que la Capilla Norte de San Miguel, monumento histórico nacional, o la Iglesia Catedral.
La reja que rodea a la boca de la cisterna histórica tiene todavía una placa adherida que cuenta su historia.
Dice: “Esta cisterna, testimonio del Paraná del siglo XIX, fue sitio convocante para los paranaenses de ayer. En su torno, el vecinadorio intercambió noticias, preocupaciones, proyectos, sueños…
Sobre este brocal, el 1º de enero de 1825, la feligresía ratificó en acto eleccionario el patronazgo de Nuestra Señora del Rosario y consagró el de San Miguel Arcángel para Entre Ríos. Protagonista y testigo de este hecho histórico, ganó para siempre el corazón de los paranaenses. Paraná, 28 de noviembre de 1987”.
Aquella votación está escrita en los libros de historia.

cisterna1 cisterna2
En 1822, por iniciativa del cura Antolín Gil y Obligado, se levantó en Paraná la primera capilla en honor de San Miguel Arcángel, es la iglesia más antigua de esta ciudad, que en su momento fue iglesia matriz. También San Miguel, fue el nombre de la primera estancia jesuítica que dio origen a la ciudad de Paraná.
En 1825 era tal la devoción por San Miguel y por la Virgen del Rosario que un cura, el deán Francisco Dionisio Álvarez, concibió la idea de llamar a la feligresía a una votación para determinar cuál santo sería patrono de la provincia y cuál el patrono de la ciudad de Paraná.
El 1º de enero de 1825, por votación popular, realizada en la plaza céntrica de Paraná, San Miguel resultó elegido patrono de Entre Ríos. Las crónicas refieren que fue la primera elección democrática con participación de toda la población de que se tenga noticias allí y no obstante lo que esperaba el propio clero, que entendía que sería elegida patrona la Virgen del Rosario, los votantes eligieron a San Miguel. La virgen del Rosario fue elegida como patrona de la ciudad, que se llamaba entonces Villa de Nuestra Señora del Rosario de la Baxada del Paraná.
En diciembre de 1851 el Papa Pío IX confirmó a San Miguel Arcángel como Patrono de Entre Ríos.
Ese aljibe que fue testigo de aquella votación ahora está en su peor momento.

En cualquier momento se derrumba la peque construcción ue sirve para señalarla, y termina todo en el abismo de los olvidos.

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.