Sabido es que cuando se generan estas instancias de ponernos a pensar y sacar cuentas sobre nuestro salario, comienzan a tejerse conjeturas, debates, discusiones, que, en nuestro ámbito, no deben “espantarnos”, sino, por el contrario, ayudarnos a decidir cuál es el camino que queremos recorrer, cuál es la lucha/disputa que queremos dar, cuál es el reclamo que queremos visibilizar.
En ese camino, nos vamos a encontrar con detractores y con defensores de lo que se va construyendo negociación tras negociación.
Lo interesante aquí es que mientras más información tengamos, más fácil se va a tornar tomar una definición.
Por ello es que desde nuestro Grupo de Análisis Gremial queremos brindar la mayor cantidad de herramientas posibles que sirvan y aporten al debate.
Desde la comisión directiva central de nuestro sindicato, la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer), se brindó un informe.
El Gobierno Provincial ha enviado simulaciones y una aclaración respecto a la propuesta salarial.
Y nosotros queremos realizar un aporte también.
Una de las variables a considerar, más allá de la inflación, que es una de las más sensibles y a través de las cuales nos hemos guiado como sindicato a la hora de demandar aumentos salariales, es la de la canasta básica total (CBT).
En ella se plasma una realidad innegable e inocultable.
Con la CBT podemos observar cuántos de los docentes, nuestros compañeros, están debajo de la Línea de Pobreza. E incluso quizás muchos de nosotros quedemos enmarcados en dicha línea.
A continuación, veremos cómo impacta la misma en nuestros salarios:
Acá se puede apreciar, sin dudas, la diferencia de lo que significa un aumento salarial y una recomposición salarial.
Comparemos marzo 2018 contra marzo del 2019, por tomar un ejemplo:
Marzo de 2018: salario $12.751 (maestro, inicial con 0 antigüedad), compra 0,71% de la CBT (no llega a comprar 1 CBT completa).
Marzo de 2019: salario $16.678 (maestro, inicial con 0 antigüedad), compra 0,59% de la CBT (no llega a comprar 1 CBT completa)
Y así se pueden seguir analizando el resto de los cargos.
Fíjense que, por más que haya habido aumentos salariales, los mismos no han servido para recomponer el poder adquisitivo de nuestros bolsillos. El salario real ha ido cayendo mes a mes, provocando que la CBT nos quede cada vez más lejos.
Es decir que, si queremos hablar de una verdadera recomposición salarial, la misma debe constituirse o construirse desde un aumento contundente en cuanto a porcentajes. De otro modo, nuestros haberes se seguirán deteriorando mes a mes. Lo que, inexorablemente, nos llevará a un empobrecimiento cada vez mayor.
Informe del Grupo de Análisis Gremial (GAG)
Foto: La Lucha en la Calle.