«Crímenes menores», primer libro de la periodista Sandra Miguez, se presentará este viernes 7, a las 19,30, en la Biblioteca Provincial de Entre Ríos.
El trabajo aborda en profundidad el femicidio de Micaela García y el derrotero que tuvo el jury al juez de Ejecución de Penas de Gualeguaychú, Carlos Rossi, absuelto de culpa y cargo tras haber sido acusado por mal desempeño al liberar a Sebastián Wagner, asesino de la joven uruguayense. El hecho ocurrió el 1° de abril de 2017 en Gualeguay.
Editado por Azogue Libros, el primer trabajo de Miguez se presentará, entonces, en la Biblioteca de Entre Ríos, con un panel que integran Julián Stoppello, María Ale, y Enrique Stola, quien escribió el prólogo del libro. La conducción estará a cargo de Jorgelina Londero.
El libro es un recorrido por el femicidio de Micaela García y sobre qué hizo el Poder Judicial con uno de los suyos acusado por mal desempeño, el juez Rossi. Miguez tiene una mirada crítica de la Justicia en relación al tratamiento de los delitos de género.
«Casi siempre, la Justicia no considera a los crímenes sexuales, a los crímenes de odio hacia las mujeres, con la dimensión que debiera considerarlo. Por lo general, los considera como un crimen menor. Y nosotros, como periodistas, sabemos que cuando ocurre un delito contra la propiedad se produce un gran escándalo en la sociedad, y todos se conmueven. Pero no sucede lo mismo, y sobre todo en el ámbito judicial, cuando se trata de la vida de las mujeres. Estos crímenes si no lesionan en forma parcial, se cobran la vida de muchas mujeres. Y eso parece no tener el mismo tratamiento en el Poder Judicial», contó durante una entrevista con el programa Puro Cuento de Radio Costa Paraná 88.1.
Miguez destacó el hecho de que en Entre Ríos haya tenido lugar el primer jury a un magistrado con la incorporación de la perspectiva de género y la presencia de dos testigos de contexto, especialistas en la temática: Enrique Stola y Rita Segato. «Sin embargo, nada del aporte que hicieron se consideró. En esto se materializa aquello que ocurre hoy en la Justicia. Se habla, se declama, escuchamos a funcionarios judiciales decir de la necesidad de incorporar la perspectiva de género, pero en los hechos falta muchísimo. Y la prueba es que el jury no consideró los aportes en perspectiva de género», señaló.
En forma tajante, sostiene que el femicidio de Micaela García y el proceso al juez Rossi no produjeron ningún cambio significativo en la Justicia de Entre Ríos. «No cambió nada en el Poder Judicial -apuntó-. Y eso es lo que viene a develar este libro».
La acusación llegó porque Rossi había autorizado en 2016 la salida de la cárcel de Wagner, condenado por violación.
En abril de 2017, el convicto violó y mató a Micaela García, de 21 años, en Gualeguay.
A instancias de la Asamblea de Mujeres y Lesbianas, Travestis y Trans de Paraná, el Jurado incorporó como peritos de género a la antropóloga feminista Rita Segato y al psiquiatra Enrique Stola.
Para tomar su decisión, el Jury siguió el criterio del procurador general provincial, Jorge García, que decidió no acusar al juez.
Stola relata en el prólogo del libro una reunión que Segato y él mantuvieron con García: «En ese momento hubiera asegurado en que acordábamos en que ese importantísimo juicio era un espacio donde el rol del juez y de los mecanismos de la justicia patriarcal iban a ser observados y sancionados».
Pero la decisión de García «se convirtió «en un espejo que proyecta la experiencia de cientos de mujeres en situación de violencia que, en sede judicial, tienen además que sufrir la agresión supletoria de fiscales que se comportan como eximios defensores de los hombres que la violentaron».
Miguez eligió el título del libro «porque el sistema judicial considera como crímenes menores a los delitos sexuales y crímenes de odio hacia las mujeres. Es una categoría que ha explicado ampliamente Segato ante el Tribunal».
Wagner fue condenado en octubre el año pasado por un tribunal integrado por María Angélica Pivas, Roberto Cadenas y Darío Crespo, a prisión perpetua por «abuso sexual con acceso carnal y homicidio agravado por ser con alevosía, criminis causae y violencia de género».
El femicidio de Micaela García inspiró la ley 27499, sancionada este año, de capacitación obligatoria en género y violencia para todas las personas que se desempeñen en la función pública.