Después del escándalo, las autoridades de la Escuela Privada San Antonio de Padua, de Santa Elena, decidieron restituir a la docente Vanesa Benítez a su cargo de maestra de la sala de 5 años.
Benítez cubre una suplencia y había sido contratada a término por la escuela católica, que dirigen las monjas antonianas. Cuando venció el contrato, tal como lo establece la Ley de Contrato de Trabajo, decidieron no renovar la relación laboral.
Claro que la docente padece cáncer, y su caso generó la inmediata reacción de los padres, que reclamaron a la escuela que volviera atrás con el despido. Y como medida de presión anunciaron que no enviarían a sus hijos a clase hasta que no se reconsiderara el despido.
Esta noche, el equipo directivo de la Escuela Privada Nº 141 San Antonio de Padua admitió que “había tomado una decisión que no condice con los valores que venimos pregonando con el ideario, con el carisma, con las opciones que venimos haciendo como institución en relación a nuestros hermanos más vulnerables”.
Y anunciaron que revisaron “la situación con el equipo directivo del nivel y decidimos asumir el error y restituir a la docente en su cargo de suplente, tal como venía desempeñándose. Pedimos perdón a la docente involucrada, al resto de los docentes y a la comunidad educativa toda”.
“Reconocemos que la decisión que se había tomado no condice con todo lo que venimos pregonando y sosteniendo como institución. A los padres que se acercaron les agradecemos la paciencia y el respeto. Esperamos que puedan retomar la confianza en la escuela y acompañen a sus hijos para que asistan a clases con el mismo entusiasmo de siempre”.
Este viernes por la mañana habrá una reunión entre las monjas de la congregación de San Antonio de Padua y el director de Educación Privada del Consejo General de Educación (CGE), Walter Galarza, para abordar la situación planteada.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.