Selva Almada, la escritora nacida en Villa Elisa, Entre Ríos, acaba de ganar el XV Premio de Literatura del Instituto Italolatinoamericano (IILA) por el libro No es un río, cuyo jurado ha reconocido su capacidad de «reconstruir la atmósfera enrarecida de la vida de la provincia, en diálogo con la gran tradición de la narrativa regionalista». En diciembre, viajará a Italia para recibir esa premiación, pero este viernes está de visita en Gualeguay, donde presenta Los inocentes, un libro de cuentas que editó la Editorial de Entre Ríos y que cuenta con ilustraciones de su hermana, Lilian Almada.
La presentación del primer libro editado en Entre Ríos de la autora de Ladrilleros, Chicas muertas, El viento que arrasa o El desapego es una manera de querernos, fue el motivo para una entrevista con el programa Puro Cuento de Radio Plaza 94.7 en el que se permitió analizar el contexto en el que se producirá la votación de este domingo 22. De Los inocentes dijo que se presentó en marzo de 2020 en Paraná por primera vez, y luego en 2022 en Villa Elisa, su pueblo, pero que la pandemia impidió desarrollar un plan de trabajo que tenían previsto con la Editorial de Entre Ríos. «Son cuentos para un público de más o menos 12 a 14 años. La idea fue que el libro circulara por todas las bibliotecas de las escuelas públicas», cuenta.
La próxima presentación será el viernes 27, en la Biblioteca Nacional.
Respecto de cuál será lo próximo en su producción editorial, contestó: «Estoy trabajando en una novela. Pero está verde. Por lo menos me demandará un año más de escritura, y está pensada para 2025. En lo inmediato no tengo previsto publicar nada. De todos modos, sigo con las columnas cada 15 días en el diario Perfil. Y con mi proyecto editorial y cultural que es Salvaje Federal. Estoy bastante metida en la librería, que es librería y es proyecto cultural. La idea es poner en foco la literatura que se escribe en las distintas provincias. Estoy entusiasmada».
-¿Cómo ves el escenario del país en el marco de las próximas elecciones?
-Lo veo con mucha preocupación; con interés y con preocupación, te diría que con una preocupación mayor a años anteriores. Estos últimos meses, después de las PASO, y del crecimiento atroz de Milei y esa caterva de gente que lo rodea, que piensa y dice barbaridades, te da un poco de miedo el porvenir del país si cae en manos de gente así. También me preocupa el pensamiento de Patricia Bullrich, con un discurso muy de derecha, militarizado. Yo siempre he votado a la Izquierda, y pienso que por suerte está Myriam Bregman, que es una persona en quien confío y a quien me gusta escuchar, pero está todo muy complejo como nunca en los últimos años. Es una elección muy difícil. Veo todo con mucha preocupación.
-Parece que a la gente la moviliza más la bronca que la esperanza cuando va a votar.
-Me parece que la clase política tiene que hacer una autocrítica bastante profunda. No es casual que también aparezcan estos discursos, más allá de que esto es una tendencia mundial el giro a la derecha. Pero que de repente tengamos que escuchar discursos negando la dictadura y los desaparecidos, barbaridades, o discursos que prometen volver atrás con un montón de leyes y derechos adquiridos, como el aborto, el matrimonio igualitario o la ESI (Educación Sexual Integral), plantea un escenario muy preocupante. Además, estos discursos han calado tan fuerte en los jóvenes, en las clases bajas. Ahí hay que hacer una revisión porque algo en las últimas décadas no funcionó bien en la clase política.
-¿Este escenario te inspira o te bloquea a la hora de escribir?
-Ni me anula ni me inspira. En todo caso, me anima a defender la escritura, el arte en general como espacio de hacerle frente a este tipo de discursos. En todo caso, me inspira a decir que hay que difundir más la lectura. La cultura tiene que ser realmente un derecho y una participación para todos y para todas. Me interpela como persona de la cultura decir qué podemos hacer y cómo se puede trabajar. Donde hay lecturas, hay espíritu crítico. Estos discursos calan tan hondo porque no hay espíritu crítico. La falta de espíritu crítico no te permite discernir que lo que dice esta gente es una completa estupidez. Decir que quien gana 100 pesos va a ganar 100 dólares es una completa estupidez.
Selva Almada se refirió también al proyecto de ley que anunció la candidata a diputada nacional por la provincia de Buenos Aires de La Libertad Avanza Lilia Lemoine, quien propuso permitir renunciar a la paternidad, ya que considera que “no es justo que un hombre tenga que hacerse cargo económicamente de una criatura hasta los 18 años cuando no lo quiere tener”. Según aclararon en el entorno del espacio que lidera Javier Milei, la medida es una idea personal y no consensuada con el partido.
“Ya que las mujeres tienen el privilegio de poder matar a sus hijos y renunciar a ser madres, entonces, ¿por qué los hombres por ley tienen que mantener a una criatura que, quizás, porque le dijeron ‘sí, sí, acabá adentro que total tomo la pastilla’? O le pinchan un forro, porque hay muchas mujeres que para enganchar a un tipo hacen estas cosas y se aprovechan de que el tipo, en el medio de la calentura, hace… ¿viste? ‘Ay, papito, dale’. Mi abuela me lo contaba, era enfermera”, ahondó.
«Es completamente absurdo y descabellado», dice la escritora entrerriana sobre esa propuesta legislativa libertaria. «Quieren sacar el acceso al aborto y que las mujeres no puedan decidir si quieren seguir con un embarazo, pero el hombre puede decidir si quiere hacerse cargo o no de la paternidad. Es completamente absurdo. Además, hay muchos hombres que no necesitan permisos de una ley. No manejo datos estadísticos, pero estoy completamente segura que hay un altísimo número de hombres que no se hacen cargo de sus hijos. No necesitan permiso ni plazo de 15 días. Realmente me cuesta pensar que alguien que se detiene a pensar estos discursos, los puedan tomar en serio. Es cualquier cosa, una estupidez tras otra», planteó.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora