La obra de remodelación de la Peatonal San Martín -construida en 1987 y nunca sometida a arreglos- avanza en casi toda su extensión. Resta transformar el último tramo, que va desde Cervantes hasta La Paz-Laprida. Ahí, en ese tramo, un pozo, uno de los tantos, entorpece el paso tranquilo de los peatones, y por eso alguien, con voluntad, primero puso un palo a modo de aviso. Pero alguien creyó que eso no era suficiente y optó por señalizar ese obstáculo con una rama. Ahora, ese accidente urbano tiene una rara señalización.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora