Ya ha llegado la hora de la siesta y la ciudad aminora su marcha. El músculo duerme, la tensión descansa. Y en este costado de la ciudad, la Peatonal San Martín el ajetreo está sosegado por la hora en la que casi todo mundo se repliega. Ahí, frente a una vidriera muda, los cuatro se han echado a dormir la siesta. También ellos. Una pausa en su ir y venir por la Peatonal, un lugar que ya han hecho suyo.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.