La Unión Tranviarios Automotor (UTA) decidió levantar la medida de fuerza que venía aplicando desde el martes, consistente en una retención de servicios entre las 8 y las 11 y las 14 y las 17.

El conflicto se destrabó de modo insólito: sin que hayan aún cobrado los $2.500, de un saldo de la segunda cuota de una suma fija que los empresarios resolvieron pagar en forma escalonada. Se trata de una suma fija de $13.500 producto del último acuerdo nacional de la UTA que las empresas del interior del país han recurrido ante la Secretaría de Trabajo de la Nación.

Buses Paraná, la concesionaria del servicio, había accedido a pagar ese monto para destrabar el conflicto de agosto, que dejó a la ciudad sin servicio durante 15 días. Se canceló la primera cuota; la segunda, de $4.500 se abonó de modo parcial: $2.000 el viernes 27 de septiembre; el resto, $2.500, debió pagarse el lunes 30 de septiembre. Pero como ese compromiso no se concretó, la UTA decidió aplicar retención de servicios entre martes y jueves.

La medida de fuerza, sin embargo, encontró resistencia hacia el interior de los trabajadores del transporte. Un grupo numeroso decidió salir a trabajar, disconforme con el modo cómo la UTA decidió aplicar la medida de fuerza: sin haber convocado a asamblea.

Ahora, ante el compromiso asumido por Buses Paraná de saldar este viernes -cuarto día hábil del mes- los salarios de septiembre, los choferes decidieron dejar sin efecto la retención de servicios y cumplir los horarios habituales de recorrido de los distintos ramales.

Buses Paraná dijo respecto de esa suma fija que «se está trabajando para lograr cancelarla en cuotas».

La suma fija de $13.500 está en discusión por parte de la Federación Argentina de Transportadores por Automotor de Pasajeros (Fatap) con el argumento de que la nueva escala salarial entró en vigencia para el Área Múltiple de Buenos Aires (AMBA) con una línea de subsidios de la Nación, de modo que las empresas pudieran hacer frente a los compromisos salariales, pero no ocurrió lo mismo con las firmas que prestan servicios en el interior del país. Paraná pidió un auxilio financiero de $16 millones extra, a través del intendente Sergio Varisco; lo propio hizo la Municipalidad de Santa Fe. Según Marcelo Lischet, gerente de Mariano Moreno, Santa Fe lo consiguió, pero a Paraná no se le dio el mismo tratamiento.

En la presentación que hicieron este viernes las empresas ante la Secretaría de Trabajo de Entre Ríos pusieron de relieve, justamente, que ese acuerdo salarial no está firme.

 

 

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.