Allá, bien arriba, está el equipo de aire acondicionado. Un recién llegado diría que ese aparato está a punto de desfallecer. Pero no: sigue, anda, funciona. Sólo que muestra las hilachas. Pero vomita aire fresco. Más abajo, pero siempre allá, arriba, está ese afiche, que habla de un sueño, el sueño entrerriano. El sueño entrerriano ya pasó: es historia. Al lado, la Virgen de Schoenstatt. Porque en una oficina pública cabe un credo muy variopinto. Así.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.

