A cinco días de cumplirse un mes de la medida, la asamblea de estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER) decidió suspender la toma de esa unidad académica,  que se había iniciado el 24 de agosto último en el marco de las protestas que alcanzaron al medio centenar de universidades públicas de todo el país como forma de rechazar el ajuste que aplica la Nación.

La primera unidad académica tomada en Entre Ríos fue Trabajo Social, medida que duró veinte días y se levantó el pasado miércoles 12 de agosto. Pero Educación sostuvo más tiempo la toma. Este jueves 20 todo vuelve a la normalidad en el dictado de clases.

Ahora, la vuelta a clases sucederá este jueves a las 8, y es consecuencia de una serie de negociaciones de última hora que se sucedieron este miércoles. La principal, una reunión en Villaguay de los nueve decanos más el rector Andrés Sabella y la vicerrectora, Gabriela Andretich, con representantes de los estudiante que encabezan la toma. Luna Badaracco, consejera superior, estuvo presente en ese encuentro, del que surgió el compromiso del rector Sabella de recibirlos este miércoles, a las 12, en la Casa de la UNER, en Paraná, en el inicio de una mesa de negociación.

La condición sine qua non para mantener el encuentro de este jueves con el rector fue el levantamiento de la toma. Esa posibilidad había naufragado en dos ocasiones anteriores. El viernes 14, y tras dos sucesivas votaciones que terminaron en empate, no se pudo levantar la medida. El lunes 17 volvió a debatirse en una asamblea la posibilidad de concluir la toma de la Facultad de Ciencias de la Educación, la única de las 9 unidades académicas de la UNER que mantuvo esa medida tras lo resuelto en Trabajo Social de volver a clases. Pero ese día ocurrió que más de 200 estudiantes votaron seguir con la toma, y tres agrupaciones, entre ellas la que conduce el Centro de Estudiantes, La Colectiva, decidieron abandonar la toma. 

En diálogo con Entre Ríos Ahora, la dirigente Luna Badaracco dijo que la suspensión de la toma quedó supeditada al cumplimiento de un pliego de demandas del que ya está al corriente el rector Sabella. «Se trata de demandas que hacen a distintos proyectos ligados básicamente al bienestar estudiantil. Pedimos reforzar el sistema de becas, que se cobren durante los 12 meses del año y no sólo a lo largo de 10 meses, y que sean de estudio, sin la necesidad de una contraprestación. Hay becas en las que se les impone a los estudiantes el cumplimiento de 10 horas de trabajo de asesoramiento. Es una situación de trabajo precarizado. De esas, hay solamente 30 en toda la Universidad, y solamente 1 en Educación. Pedimos que se rediscuta el sistema de becas», dijo.

También, reclaman la «institucionalización» de las becas de fotocopiadoras. Las fotocopiadoras son autogestionadas por los centros de estudiantes, y constituyen un elemento clave para abaratar los estudios. Piden que ese sistema sea financiado con el presupuesto de la Universidad, y no por lo que pagan los propios estudiantes para conseguir sus textos. Además, quieren que se abra una mesa de diálogo con la comunidad traba-trans de modo que haya en la UNER un cupo laboral trans y también un cupo de becas.

En la evaluación de lo que fue la toma de la Facultad de Educación, la dirigente reprochó cierta «deslegitimación» que se impulsó desde distintos sectores universitarios por el sostenimiento de la medida de fuerza. «Eso es grave», analizó. También reprochó que tres agrupaciones estudiantiles, la Juventud Universitaria Peronista (JUP), la Federación Juvenil Comunista y La Colectivo hayan «abandonado» la toma. Y respecto de las críticas de los docentes, dijo: «No hay que subestimar a los estudiantes».

 

 

 

 

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.