Ayelén Macarena Ortiz, la madre de Tahiel, el niño de 2 años que llegó sin vida a la Guardia del Hospital Centenario de Gualeguaychú el primer lunes de mayo de 2022, con evidentes signos de haber sido maltratado, se sentará en el banquillo: la Justicia puso fecha al juicio oral, que se extenderán entre los días 1º y 3 de junio próximos, ante un tribunal unipersonal, integrado por la vocal Alicia Vivian, del Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguaychú.
La mamá de Tahiel esperará el juicio con prisión preventiva en la Comisaría de la Mujer y la Minoridad de Gualeguaychú.
En diciembre último el juez de Garantías Ignacio Telenta firmó la remisión a juicio oral del caso que conmovió a Entre Ríos y que derivó en el suicidio en la cárcel, mientras estaba detenido, de la pareja de la madre del niño.
«Fuertes golpes, azotes contra objetos, quemaduras y sarnas infectadas», fueron parte de los indicios de violencia intrafamiliar que surgieron de la autopsia al cuerpo del niño. También tenía signos de sarnas evolucionadas, con zonas infectadas, «lo que indicaba la falta de cuidado y aseo. Además, se corroboraron golpes en la cabeza, algunos directos y otros que podrían deberse a azotadas contra superficies duras. Las lesiones se encontraban en la frente, el rostro y sus ojos estaban muy hinchados. No tenía quebraduras pero si presentaba quemaduras con cigarrillos y también una quemadura antigua que figuraba en su historia clínica en el Centenario», según se indicó en el informe proveniente de la autopsia.
«Lo encontré tirado en el piso», fue lo primero que dijo Macarena Ortiz para explicar cómo fue posible que su hijo, Tahiel, de 2 años, llegara el lunes 2 de mayo de 2022 a la mañana al Servicio de Guardia del Hospital Centenario, de Gualeguaychú, sin vida y con signos evidentes de haber sufrido maltrato.
Las pericias médicas determinaron que el cuerpo de Tahiel «se encontraba frío, pálido, sin presentar signos vitales, con un cefalohematoma frontal biparietal bitemporal, presentando signos de sangrado en oído derecho y nariz, un hematoma bipalpebral (en ambos párpados) bilateral, un hematoma en tórax izquierdo de aproximadamente cuatro centímetros, también dos hematomas en región anterior miembro inferior izquierdo y pequeñas lesiones ulceradas generalizadas a predominio de sus cuatro miembros”.
En ese informe pericial se basó el fiscal Mauricio Guerrero, de la Unidad Fiscal de Gualeguaychú, para pedir al juez de Garantías Ignacio Telenta la detención de la mujer y de su pareja, Alfredo Sebastián «Pato» Ferreyra, quien al día siguiente tomó la decisión de suicidarse en el calabozo de la Jefatura de Policía, donde estaba alojado.
De acuerdo a diferentes fuentes consultadas, Macarena Ortiz ingresó al Hospital Centenario con su hijo en brazos, envuelto en una frazada. «Ingresó tranquila al hospital, caminando. Cuando vio al personal que estaba en la Guardia, comenzó a decir incoherencias mientras destapaba el rostro del niño que se encontraba curbierto por una frazada. Dijo que lo encontró tirado y lo trajo. Era evidente que ese nene había sufrido un ataque violento», relataron las fuentes.
Pero 24 horas después de su detención, «Pato» Ferreyra, el padrastro de Tahiel, se quitó la vida en la celda en la que se encontraba alojado a disposición de la Justicia. Pocas horas después, ya finalizada la autopsia que confirmaba la muerte violenta de su hijo, Ortíz ingresó en una crisis que requirió su traslado al Servicio de Salud Mental del Hospital Centenario. Luego fue trasladada a la Jefatura Departamental, donde permanece detenida.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora